Día 12: búsqueda

Leo mucho estos días. Más que habitualmente, que no era poco. Buceo en las palabras de otros, intentando hallar la paz de espíritu que necesito. No es fácil. Encuentro esto en el libro El hombre en busca de sentido, de Viktor Frankl: «La felicidad es como una mariposa. Cuanto más la persigues, más huye. Pero si vuelves la atención hacia otras cosas, ella viene y suavemente se posa en tu hombro. La felicidad no es una posada en el camino, sino una forma de caminar por la vida».

Pienso en Frankl, psiquiatra austriaco, judío, que encontró iluminación en un campo de exterminio. Yo llevo doce días encerrado y se me cae la casa encima. Frankl decía que había visto esto en muchas ocasiones, durante sus estancias en Auschwitz y Dachau. Los más fuertes suelen venirse abajo los primeros, y aquellos aparentemente más débiles son capaces de salir adelante si tienen la luz en su interior. Nosotros estamos encerrados en casa con internet, Netflix y muslos de pollo.

Igual tengo que dejar de perseguir la mariposa, y aprender a caminar. Aunque sea de un lado a otro del pasillo.