José Luis Garci: el cine bajo una bruma de amigos
Director de cine español con más nominaciones al Oscar
«Latir de cine», «Beber de cine», «Mirar de cine», «Morir de cine», «Querer de cine», «Las 7 maravillas del cine», «Las mejores películas de nuestra vida»... Revisando la bibliografía escrita por José Luis Garci se descubre fácil cuál es el leitmotiv –el macguffin , quizá– que mueve al director de «Volver a empezar» , la primera película española que consiguió el Oscar. Pero Garci, que recibió otras tres nominaciones por «Sesión continua», «Asignatura aprobada» (su único Goya) y «El abuelo», siempre ha presumido de que prefería definirse como escritor antes que como director. Una humildad que le impidió poner en los créditos de sus películas «un filme de», sino que prefería un aséptico «dirigido por».
Una generación de españoles recuerdan la figura de José Luis Garci con aquel esmoquin blanco con el que recibió, de manos de Liza Minnelli , la estatuilla dorada –bajo la atenta mirada de un joven Spielberg desde el patio de butacas–; para otros, es aquel que bajo una densa nube de humo recomendaba clásicos inmortales del cine y abría una puerta al Hollywood clásico. Bajo aquella humareda, un puñado de amigos, de esos a los que Garci recuerda en cada escrito, rasgaban la cortina que les separaba de los espectadores e iniciaban una charla que bien podía ir del filme que habían elegido o bien de la vida.
Una anécdota refleja ese amor de Garci por el cine y por su círculo más cercano. De camino al Dorothy Chandler Pavilion, donde aquel abril de 1983 se celebró la ceremonia de los Oscar, en la limusina en la que viajaba su séquito más cercano y algunos políticos, Garci se puso a pensar en su querido amigo y guionista Horacio Valcárcel y le intentó convencer de que volviera retomara «El pájaro ciego», un proyecto que abandonó en 1965. Horacio Valcárcel prefirió seguir en la escritura de los guiones y al frente de la productora que ambos fundaron, Nickel Odeon .
Hay un cierto tono de luminosa nostalgia en el tono de Garci cuando recuerda los años 80, su época más especial. Una etapa de brillante pulsión creativa donde compartía la vida y la profesión con amigos como Gil Parrondo, el propio Horacio Valcárcel, Antonio Mercero ... Precisamente del primero escribió la Tercera de ABC «Hollywood Gil» que le valió el Mariano de Cavia .
Y tras una carrera haciendo el cine que quiso hacer, en 2014 anunció que lo dejaba, que no se sentía con fuerzas. Por suerte, el autor de «Mirar de cine» y «Querer de cine» no podía vivir sin el séptimo arte y ya prepara una precuela de «El crack» , una de sus grandes obras.
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