Intervención de urgencia para salvar las 72 momias de la cueva funeraria prehispánica de Gran Canaria

El Servicio de Patrimonio del Cabildo ha realizado la primera exploración antes de que los restos que todavía atesora desaparezcan de manera «inexorable»

Foto facilitada por el Cabildo de Gran Canaria del enterramiento prehispánico descubierto el verano pasado en una cueva inaccesible del barranco de Guayadeque EFE

EFE/ABC

El verano del año pasado, un grupo de aficionados a la arqueología descubría en Gran Canaria una gran cueva funeraria aborígen intacta. El hallazgo era posible gracias a las imágenes de un dron, ya que la gruta se encuentra en un lugar de muy difícil acceso al que solo se llega escalando siete metros de pared.

La cueva se encuentra en el sureste de Gran Canaria, en el barranco de Guayadeque, la zona donde hasta el momento se han descubierto los restos humanos más antiguos de la isla . Sin embargo, parte de la visera que protegía la valiosa colección de huesos desordenados se derrumbó hace tiempo que la lluvia, el sol, los cambios de temperatura y hasta las aves están erosionando poco a poco estos restos, en riesgo de desaparecer para siempre.

Por ello, el Servicio de Patrimonio del Cabildo de Gran Canaria ha comenzado una intervención de urgencia antes de que los restos que todavía atesora desaparezcan de manera «inexorable» en unos años, como ha reconocido el inspector del servicio Patrimonio del Cabildo y profesor de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria Javier Velasco.

Velasco y Verónica Alberto, arqueóloga de la empresa contratada para esta intervención de urgencia, Tibicena, han trepado hasta ese yacimiento y coinciden en su descripción: Se trata, dicen, de un enterramiento colectivo «fabuloso, excepcional» , como los que describen en sus libros los pioneros de este tipo de estudios, cuando a finales del XIX y principios del XX se exploraron la mayor parte de los yacimientos funerarios prehispánicos.

«Ha sido como un viaje en el tiempo», resume Alberto. Un viaje doble, a la época en la que aún había grandes cuevas funerarias prehispánicas por explorar, y al pasado al que se retrotraen esos restos, datados , por ahora, entre los siglos VIII y XI dC . Esas dos fechas se han obtenido por Carbono 14 de un hueso y de un resto de esterilla utilizada para amortajar a los cadáveres.

Son los dos únicos vestigios que se han datado hasta la fecha, por lo que los especialistas no descartan que el periodo de utilización de esa cueva como cementerio fuera aún más amplio , dado el historial que tienen otros enclaves funerarios del barranco de Guayadeque.

Con la misma mortaja

EFE

La primera exploración de la cueva ha aportado datos muy prometedores, a pesar del deterioro de sus restos. El yacimiento pertenece a los inicios de la población de Gran Canaria (las fechas más antiguas datadas en la isla se remontan al s. IV) y allí están enterrados lo que en su día fueron 72 momias completas pertenecientes a hombres y mujeres de todas las edades, con una presencia de niños muy poco habitual en este tipo de enclaves. En esta colección de huesos, solo hay una decena de recién nacidos , lo que servirá para avanzar en el estudio de la infancia en tiempos de los antiguos canarios. Una materia de la que se sabe poco porque apenas se encuentran restos arqueológicos de niños y las menciones a ellos en la crónicas de la Conquista también son relativamente escasas, ha detallado Verónica Alberto

Esta arqueóloga y su colega Javier Velasco también han subrayado otro detalle llamativo: todos los cuerpos recibieron la misma preparación para afrontar el último viaje, al que sus parientes les entregaron envueltos en mortajas de piel o de esterilla vegetal .

Si hoy solo son huesos desperdigados , ha añadido el inspector del Cabildo, se debe únicamente a la acción de los elementos naturales que han impedido que se conservaran , pero parece apuntar que ese ritual funerario era común para toda la población.

EFE

Asimismo ha llamado la atención a los arqueólogos que en un yacimiento que no parece expoliado no haya más que huesos y mortajas, ya que, por el momento, no se ha encontrado ningún elemento personal ni de ajuar .

Ahora, la primera intervención urgente consistirá en salvar todos los restos que están en riesgo de deteriorarse . Después, llegarán más análisis de Carbono 14 para saber su edad; ADN, para conocer su línea genética; isótopos estables, para averiguar cuál era su alimentación; e incluso forenses, para desentrañar de qué murieron.

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