La industria cultural europea, «más afectada que la del turismo», ha perdido 200.000 millones por la Covid-19

Nunca había experimentado una devastación de tal magnitud, y se ha visto casi tan afectada como la industria del transporte aéreo, según un informe de GESAC

Nacho Serrano

Las industrias culturales y creativas (ICC) , que agrupan sectores como la publicidad, la arquitectura, el audiovisual, los libros, la música, la prensa (periódicos y revistas), las artes escénicas, la radio, los videojuegos y las artes visuales. representan mucho más que cualquier otro sector al que hay que sacar de la crisis; son una parte significativa de la solución europea a la actual situación y a sus consecuencias sociales y económicas. Esta es una de las principales conclusiones de un estudio realizado por la consultora EY, que acaba de ver la luz.

Bajo el título «Recostruyendo Europa: la economía cultural y creativa antes y después de la COVID-19» , el informe, auspiciado por la GESAC (Agrupación Europea de Sociedades de Autores y Compositores -en la que está integrada la SGAE, recoge las cifras que hay detrás de la próspera economía cultural y creativa de Europa antes de la pandemia y los impresionantes efectos que han tenido sobre ella los cierres de locales y tiendas a causa de las medidas sanitarias. También se exponen una serie de recomendaciones para potenciar las ICC, de modo que puedan ser uno de los motores que ayuden a impulsar y renovar la economía de la UE.

En 2019, las ICC representaban el 4,4% del PIB de la UE , en términos de volumen de negocios, con unos ingresos anuales de 643.000 millones de euros y un valor añadido total de 253.000 millones de euros. Las ICC también fueron uno de los principales proveedores de empleo de Europa, empleando a más de 7,6 millones de personas; más de ocho veces las de la industria de las telecomunicaciones.

Las ICC crecían más rápidamente (+2,6% anual desde 2013) que la media de la UE (+2%) y representaban un superávit comercial de 8.600 millones de euros en 2017 (las últimas cifras disponibles); lo que subraya la condición de la UE como potencia cultural en la economía mundial. La economía creativa también era favorable en términos de innovación tecnológica, diversidad de género y empleo para los jóvenes.

La llegada del coronavirus

El estudio concluye que con la aparición de la COVID-19, las ICC se han visto más afectadas que la industria del turismo y casi tanto como la industria del transporte aéreo. Las ICC en su conjunto experimentaron pérdidas de más del 30% de su volumen de negocios en 2020, una pérdida acumulada de 199.000 millones de euros . Los sectores de la música y las artes escénicas experimentaron pérdidas del 75% y el 90%, respectivamente; 53.000 millones de euros en las artes visuales, 26.000 millones de euros en las audiovisuales, etc.

Teniendo en cuenta la contribución clave de las ICC a la economía general y su potencial para sacar a la UE de la crisis, el estudio concluye que el sector creativo debería ser fundamental para los esfuerzos de recuperación de Europa y recomienda un enfoque con tres vertientes: «financiar, capacitar, potenciar». Recomienda una financiación pública masiva y la promoción de la inversión privada, un marco jurídico sólido para crear las condiciones necesarias para revitalizar la economía creativa y salvaguardar su crecimiento a largo plazo; así como para potenciar el poder blando de las ICC y el talento creativo individual para impulsar el progreso social.

Estos tiempos sin precedentes exigían medidas sin precedentes. Nunca antes la economía creativa de Europa había experimentado una devastación económica de tal magnitud , cuyos efectos se dejarán sentir durante el próximo decenio. El informe contiene mensajes del presidente del Parlamento Europeo, David Sassoli, y de la comisaria europea, Mariya Gabriel. Además, por iniciativa de la GESAC (Agrupación Europea de Sociedades de Autores y Compositores -en la que está integrada la SGAE -) una delegación se reunirá con responsables políticos el día de la presentación; entre otros: el vicepresidente ejecutivo de la Comisión Europea, Dombrovskis, los vicepresidentes Schinas y Šuica, y los comisarios Breton, Gentiloni y Schmit. La delegación, que incluye representantes de todas las ICC como la cineasta española Isabel Coixet, entre otros creadores, estará encabezada por el músico francés Jean-Michel Jarre.

«La cultura se ha convertido en un recurso escaso en la Europa de hoy, y todos estamos sufriendo a causa de ello. Al mismo tiempo, los europeos están experimentando el valor verdaderamente profundo del arte y su capacidad para unirnos. Este estudio refleja esa realidad, pone números a los que sufren y ofrece instrucciones claras en cuanto a la solución», en palabras de Jean-Michel Jarre , pionero de la música electrónica.

Por su parte, Jean-Noël Tronc, presidente de la GESAC y director general de la SACEM , ha señalado que: «Las ICC son tan dinámicas como vulnerables, tan esenciales como diversas y, afortunadamente, no es demasiado tarde para actuar. Además de una financiación masiva, lo que se necesita es un marco jurídico sólido que fomente las inversiones y su recuperación, garantizando al mismo tiempo una remuneración justa para los creadores y sus socios comerciales. En este sentido, la aplicación rápida y eficaz de la directiva sobre los derechos de autor es fundamental. Los dirigentes europeos también deben utilizar las ICC -y el poder multiplicador de sus millones de talentos individuales - como un importante acelerador del progreso social, societal y ambiental de Europa».

En cuanto al sector de la música grabada y en vivo, la presentación de este informe arrojó dos ideas fundamentales. Una, lanzada por Jean Michel Jarre, alude a la necesidad de mejorar las condiciones de pago de los portales de streaming para los artistas. La otra, referida por Jean-Noël Tronc, tiene que ver con los festivales y señala a Glastonbury como una «señal muy preocupante, que esperemos no se convierta en un efecto dominó».

«Este estudio proporciona los datos más actualizados que existen sobre el impacto económico masivo de la crisis de COVID-19 sobre las industrias culturales y creativas (ICC) de Europa. El año 2020 fue dramático para las ICC, tanto en Europa como en el resto del mundo. La cultura fue la primera en suspender la mayor parte de su actividad en vivo y de distribución, y probablemente será la última en reanudar sin restricciones . Pero el estudio también afirma que este sector, que está en el centro del tejido social de Europa y es un peso pesado de la economía, podría convertirse en el aliado número uno de una reactivación económica. Muestra el poder de la cultura, su dinamismo y su contribución a la influencia mundial de la UE», tal y como explica Marc Lhermitte, socio de EY.

El estudio fue encargado por GESAC (Agrupación Europea de Sociedades de Autores y Compositores) y reunió a una amplia gama de socios: AEPO-ARTIS, EUROCINEMA, EUROCOPYA, EVA, FIAPF, IMPALA, IVF, SAA, SROC, y organizaciones de apoyo; AER, CEPIC, EACA, ECSA, EGDF, EPC, FEP, FERA, FSE/SCRIPT, IFRRO, IMPF, destacando el apoyo intersectorial a sus conclusiones y recomendaciones.

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