Jorge F. Español Fumanal
Una hazaña jurídica y cultural
El Real Monasterio de Sijena es un monasterio de la orden femenina de San Juan de Jerusalén, fundado en Aragón por la Reina Doña Sancha de Castilla en 1188. Fue el primer Archivo de la Corona de Aragón, panteón real, y tuvo tan rico tesoro artístico que, en 1923, fue declarado monumento nacional, destacando el conjunto de pintura mural románica de su Sala Capitular, que se considera el más importante de Europa.
La guerra civil trajo la ruina a este monasterio. Los anarquistas catalanes llegaron allí en 1936 y lo incendiaron, y esto lo aprovechó la Consejería de cultura de la Generalidad de Cataluña republicana para arrancar de forma ilegal las pinturas murales y llevarlas al Museo de Barcelona, sin siquiera pedir permiso a las monjas propietarias ni a Bellas Artes. Posteriormente, en los años 70, el obispo de Lérida se empleó a fondo para simular unas ventas y quedarse con el resto del tesoro salvado en la guerra. Que nadie diga que España nos roba, porque, se podría decir más bien lo contrario aquí.
El ministro de Cultura, a los pocos minutos de recibir ayer la orden judicial que sus antecesores catalanes desacataron reiteradamente, ha ordenado que se cumpla de forma inmediata y sin dilación. El ministro ha convertido al Museo de Lérida, donde están depositadas estas piezas, de una cárcel de cuadros , que era lo que antes parecía, a un museo verdadero y serio que devuelve lo que no es suyo a sus legítimos dueños, como hacen todos los museos del mundo. El ministro ha llevado la normalidad, la legalidad y el «seny» a la consejería más radicalizada de la Generalidad.
La devolución del tesoro artístico al Monasterio de Sijena no perjudica a nadie y debe verse como una hazaña jurídica y cultural sin precedentes en España para engrandecer el esplendor cultural y artístico de ese gran monumento español y aragonés. La gente honrada y de bien en Cataluña, que son ejército, estoy seguro de que comprenderán y respetarán el cumplimiento de las sentencias de los tribunales y que se devuelva a cada uno lo que no es suyo.