Hallan en Galicia uno de los 10 astrolabios mejor conservados del mundo
El instrumento de navegación marítima descubierto en la ría de Viveiro está datado entre 1575 y 1622
Solo la aguja asomaba del fondo marino, pero por suerte los arqueólogos subacuáticos del Equipo de Patrimonio Sumergido para el Norte de la Federación Española de Actividades Subacuáticas (Fedas) repararon en ella el pasado 31 de agosto, en la primera inmersión de la campaña de este año en la ría de Viveiro (Lugo). Antón López apartó con la mano la arena y descubrió el primer astrolabio encontrado hasta la fecha en Galicia . «Cuando vi que teníamos todas las piezas se me hinchó el pecho de qué manera», recuerda el director de los trabajos, feliz por el hallazgo de un objeto tan singular, que además está completo .
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«Entre los astrolabios que se han rescatado de naufragios, estaría entre los diez mejor conservados del mundo », asegura. La pieza de bronce es del tipo de base de ballesta cóncava y fue realizada entre 1575 y 1622 , según la datación de Alan Stimson de 1988. Pesa 4,925 kilos y el radio de su circunferencia mayor mide 21 centímetros.
López recuerda que los astrolabios fueron la tecnología más puntera en la navegación de los siglos XVI y XVII y siguieron utilizándose hasta la invención del sextante en el XVIII para medir la latitud mediante la altura del meridiano del sol o de una estrella conocida.
De las 112 piezas que existen en el mundo, cuatro solo conservan las alidadas (las agujas que giran sobre la base circular) y de los 108 astrolabios con circunferencia , el hallado en la ría gallega de Viveiro es el único que combina una alidada en forma de arpón y un aro de suspensión trilobulado para que los pilotos pudieran introducir tres dedos.
El astrolabio se encuentra estabilizado en el área de gestión del patrimonio arqueológico húmedo que el equipo posee en la ría de Viveiro. Gracias a él los arqueólogos han podido acotar un poco mejor la datación del barco al que pudo pertenecer, pero confían en que su restauración ofrezca «muchas más pistas» ya que estos instrumentos de navegación suelen tener grabada la marca del fabricante y la fecha de fabricación.
Aunque tras su descubrimiento hubo quien apuntó al galeón San Bartolomé, hundido en 1597, López remarca que «no sabemos a día de hoy el nombre del barco , ni siquiera si el material que hemos hallado pertenece a un solo pecio o a más de uno». Los científicos prefieren llamar ' Viveiro I' a este pecio descubierto de forma fortuita hace unos años por dos buceadores, hasta que no logren averiguar con certeza su nombre.
El Equipo de Patrimonio Sumergido para el Norte (EPASUNO) lleva desde 2018 estudiando el sitio, primero con campañas de prospección y documentación y ahora con sondeos. El yacimiento está aportando continuamente materiales. Además del astrolabio recuperado, en esta última campaña se ha descubierto un falconete y varios tubos de cañón . Sin embargo, hasta ahora no ha asomado ninguna estructura de madera. «Vamos a levantar la arena con una succionadora para confirmar si debajo hay un pecio o solo es un cúmulo de materiales», señala López a ABC.
Una primera de clase
El otro objetivo de esta campaña, que comenzó el pasado 31 de agosto y se prolongará hasta el 20 de septiembre, busca conocer cómo se diseñó la fragata de guerra 'Santa María Magdalena' , cuyos restos yacen a 7 metros de profundidad en la ría de Viveiro. Su naufragio en 1810 junto al bergantín 'Palomo' durante un temporal fue una de las mayores tragedias marítimas de la historia de España. «En torno a 800 personas se ahogaron», recuerda López.
El barco había sido construido 'a la francesa' en los Reales Astilleros de Esteiro (Ferrol) en 1773. Según relata el arqueólogo subacuático, hasta entonces al constructor naval Jean François Gautier se le habían resistido las fragatas. En las que había construido entraba el agua por las troneras, imposibilitando que se realizara al mismo tiempo la maniobra y el combate. En Ferrol, decidió cambiar de estrategia y tomando un navío concebido en un principio como una 'urca', más ancha, corrigió sus errores anteriores y lo convirtió en la fragata 'Santa María Magdalena'. «Equivaldría a decir que es una primera de clase» , resalta el director del proyecto del grupo EPASUNO. De ahí su interés por conocer qué modificaciones se hicieron a la embarcación.
«En 2018 dimos con una estructura muy interesante y que está entera . Vamos a limpiarla con una succionadora para ver si la podemos identificar», explica López. Además, realizarán sondeos para evaluar la dispersión de los restos que quedan del pecio, que a tan poca profundidad se encuentra más expuesto a los temporales.
En el proyecto, bautizado como 'Eterna', participa un equipo multidisciplinar de 15 especialistas en arqueología subacuática y terrestre, fotogrametría, 3D y conservación del patrimonio, así como personal auxiliar. Son voluntarios, que trabajan sin ánimo de lucro. En los próximos días 11 y 12 de septiembre han organizado unas jornadas de puertas abiertas, con visitas guiadas al pecio, para hacer partícipes a los vecinos del patrimonio que atesoran bajo el agua y lograr de este modo que colaboren en su protección y su conservación.