Hallan en la Alpujarra huellas arqueológicas de la rebelión de los moriscos que encabezó Aben Humeya
Investigadores de la UGR excavan en el Fuerte de Juviles y documentan por primera vez vestigios de la guerra que sofocaron los Tercios de Felipe II

Con sus doce torres que se elevan sobre un alto cerro de 1.309 metros de altitud, sus tres aljibes y su perímetro amurallado de 460 metros de longitud, el Fuerte de Juviles es el castillo más grande de la Alpujarra y uno de los más célebres de esta comarca andaluza. Participó en las revueltas contra el poder de Córdoba en los siglos IX y X y en tiempos de Felipe II se convirtió en refugio de los rebelados moriscos.
Las excavaciones realizadas en esta histórica fortaleza por el equipo del Laboratorio de Arqueología Biocultural-MEMOLab de la Universidad de Granada , que dirige el profesor José Mª Martín Civantos, han documentado arqueológicamente por primera vez en sus muros las huellas de esta rebelión morisca que prendió en la Navidad de 1568 en los territorios que habían sido el antiguo Sultanato de Granada y que lideró en sus primeros compases Abén Humeya , un descendiente de la familia Omeya de nombre cristiano Hernando de Córdoba y Válor.
En la parte alta del Fuerte, los arqueólogos han hallado un lienzo de muralla de mampostería que conserva hasta tres metros de altura entre dos torres, una de ellas desconocida hasta ahora. Según ha dado a conocer la UGR en una nota , su origen dataría de época almohade o inicios de la nazarí (siglos XII-XIII) y en estas estructuras se han identificado hasta seis fases de reformas sucesivas que revelan la intensa actividad constructiva en estas defensas del recinto superior del castillo.
La parte interior de estos lienzos muestra un nivel de destrucción e incendio con abundantes restos cerámicos, metálicos y de fundición de plomo del siglo XVI que según los investigadores concuerda con las informaciones de las crónicas de la Guerra de la Alpujarra de 1568. En ellas se cuenta cómo Juviles fue utilizado por los moriscos como refugio durante el alzamiento. De hecho, la última de las reformas de la muralla se correspondería con las reparaciones asociadas a esta fase de ocupación moderna. «Se trata, por tanto, de la primera vez que se documenta arqueológicamente la rebelión encabezada por Aben Humeya », subrayan los expertos de la Universidad de Granada.

La también conocida como Guerra de las Alpujarras se prolongó hasta 1571 y se saldó con la muerte de unas 21.000 personas. Felipe II terminó desplazando a sus Tercios desde Italia para sofocarla y una vez derrotados, los moriscos fueron dispersados por la Península o vendidos como esclavos.
Javier Castillo Fernández, director del Archivo General de la Región de Murcia y autor de varios libros sobre la rebelión de los moriscos, explica a ABC que el Fuerte de Juviles ya participó en una primera rebelión mudéjar en 1500, tras la imposición del bautismo en Granada, y fue tomado por la fuerza. «Cuando se produce la rebelión de la Nochebuena de 1568, Juriles, que está en el núcleo duro de la Alpujarra y en una de las zonas más pobladas, se reforzó notablemente», explica Castillo.
Poco tiempo después se rendiría sin lucha ante las fuerzas del marqués de Mondéjar, en el primer aplacamiento de los rebeldes. De entonces, este historiador destaca la brutal matanza de prisioneros que describe Luis del Mármol Carvajal (1524-1600) en su crónica. El fuerte fue saqueado, pero aún se volvió a refortificar en la segunda parte de la rebelión morisca, tras el asesinato de Aben Humeya, con Abén Aboo como líder. Y de nuevo cayó ante las fuerzas cristianas, «aunque no se habla en las crónicas de ninguna batalla», indica Castillo
La primera mezquita documentada en la Alpujarra
La excavación que ha dirigido el arqueólogo Jorge Rouco Collazo ha documentado además parte de la mezquita de la fortaleza junto al camino de acceso al castillo y el gran aljibe. De planta rectangular, conserva hasta tres niveles sucesivos de pavimentos visibles. Es «la primera mezquita documentada arqueológicamente en la Alpujarra», según los investigadores y habría estado en uso hasta época nazarí.
Con esta intervención impulsada por el Ayuntamiento de Juviles, la UGR considera que se confirma la importancia histórica y el valor patrimonial de este castillo, así como su «gran potencial para aportar nuevas perspectivas sobre momentos de gran relevancia de la historia de la Alpujarra y de Granada».