Francisco de Miranda

El espía que traicionó a España y batalló con Simón Bolívar por la independencia de Venezuela

En pleno bicentenario de la muerte de Francisco de Miranda, recordamos la extensa vida de un militar y político más conocido como «El precursor»

Retrato ecuestre de Miranda ABC
Manuel P. Villatoro

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Espía, mentiroso y precursor de la independencia de América Latina. Las formas de definir a Francisco de Miranda son equiparables a la ingente cantidad de peripecias que vivió a lo largo de su extensa vida. Con todo, si hubiera que resumir su existencia habría que decir que fue un español nacido en el Nuevo Mundo que no dudó en combatir a las órdenes de Carlos III convencido de la bondad de la Corona. Así, hasta que se cambió de bando y luchó contra España en favor de la emancipación de las colonias americanas. Una decisión que le granjeó llegar a Venezuela como un héroe y ser nombrado general de su Primera República. Sin embargo, hablar de él también es hacerlo de sus últimos años, los más trágicos. Y es que, tras firmar un armisticio con los españoles como líder del nuevo país, fue traicionado por su viejo amigo Simón Bolívar , entregado a Fernando VII por los venezolanos que tanto le habían amado y, finalmente, murió en una prisión ubicada en Cádiz.

La historia de Francisco de Miranda (más conocido como «El precursor» por ser uno de los primeros que pensó en la existencia de una gran Colombia unida) vuelve a estar estos días de moda debido a que, el pasado 14 de julio , se celebró el bicentenario de su muerte . Una fecha que la Casa de América de Madrid ha querido conmemorar con una exposición dedicada a su vida (todavía visitable) y una conferencia celebrada la semana pasada en la que participaron Manuel Lucena Giraldo (historiador, agregado de educación en la embajada de España en Colombia y autor de « Francisco de Miranda: la aventura de la política ») y Juan Carlos Chirinos (escritor venezolano y autor de «Miranda, el nómada sentimental»).

Infancia

Sebastián Francisco de Miranda y Rodríguez . Con este nombre nació el 28 de marzo de 1750 en Caracas el «primer criollo universal», como posteriormente sería conocido nuestro protagonista. Su padres fueron Sebastián de Miranda Ravelo , un canario llegado desde la Península que acabó siendo propietario de varios comercios en el Nuevo Mundo, y Francisca Antonia Rodríguez de Espinoza , natural de la misma región en la que nació su retoño. Miranda, de una familia de clase acomodada para la época (su progenitor llegó a contar con hasta siete esclavos) fue alumbrado en una ciudad que, por entonces, no superaba los 12.000 habitantes. Algo que no le impidió recibir una educación de calidad para la época. «En 1762 inició estudios de latinidad de menores y más tarde artes (bachillerato) en la Universidad de Caracas», explica la Fundación Polar en el « Diccionario de Historia de Venezuela ».

Cinco preguntas a Manuel Lucena

¿Cómo definiría a Miranda?

Fue una especie de casanova criollo. Un espía británico, un agitador, un conspirador... Y luego una persona traicionada por los suyos. También se podría decir que era un “pieza”. Un personaje que alguno diría amoral, individualista, moderno (iba a lo suyo) y un superviviente desde muy temprana edad.

¿Fue finalmente declarado inocente de los cargos de espionaje y contrabando?

Sí, pero para entonces ya era el enemigo número uno de la monarquía española. Con todo, las investigaciones de Manuel Hernández demuestran que la justicia real es lenta, pero funciona. Al final fue absuelto de esos cargos iniciales que le llevaron a desertar del ejército y le convirtieron en un hombre errante en busca de una identidad política y cultural.

¿Qué significa, a día de hoy, ser un «El precursor» como Miranda?

Una desgracia. Un precursor no deja de ser un perdedor. Es alguien fracasado que no tiene repercusión real porque nació antes de tiempo o después.

¿Por qué firmó la paz con Monteverde?

La firma ante el peligro de la revolución social. Miranda no quería que se estableciera el gobierno de los negros y los mulatos en Venezuela. Sabía del peligro de esa pardocracia. Se dio cuenta del enorme peligro de esa revolución social y acabó con la Primera República de Venezuela para evitarlo. Hoy en día están intentando presentar a Miranda como un revolucionario, pero lo fue a medias. Fue un revolucionario político, pero no social. Cuando vio que los esclavos de Caracas iban a implantar en Venezuela su propio orden social, abandonó. En este sentido fue muy consistente en su ideario y en su conducta. El Miranda que murió era refractario a una revolución social que pasara por lo étnico.

¿Se planteó Miranda huir tras la firma de la paz?

Esperaba irse de rositas, como habitualmente le sucedía, y le traicionaron cuando estaba a punto de escaparse. Además, siempre esperó el perdón y ser liberado en base a la constitución de Cádiz. Fue un individualista y un jugador de ventaja. Un superviviente.

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