La Fiscalía da por buena la venta del Goya de la Fundación Selgas
La Sección Territorial de Avilés archiva las diligencias de investigación al no apreciar delitos de administración desleal, estafa o apropiación indebida, como denunciaron Foro Asturias y Podemos
La Fiscalía del Principado de Asturias ha archivado las diligencias de investigación incoadas en relación a la venta del cuadro 'Aníbal vencedor', de Goya, por parte de la Fundación Selgas-Fagalde a los Amigos del Prado, una operación que había sido denunciada por Foro Asturias y Podemos al entender que el patronato de la entidad podía haber incurrido en los delitos de administración desleal, estafa o apropiación indebida.
En el decreto emitido por la Sección Territorial de Avilés este lunes, el fiscal considera que «los hechos denunciados no tienen fundamento para ejercitar acción penal alguna» y cierra las diligencias de investigación que abrió el pasado 7 de octubre. Las denuncias señalaban que la venta del 'Aníbal' contravino los estatutos y aludían a operaciones que tuvieron como beneficiarias a empresas relacionadas con el presidente del patronato de la fundación, Gregorio Peña .
El fiscal entiende que en la actuación de la fundación no se ha observado los delitos denunciados en un decreto contra el que no cabe recurso, aunque los denunciantes pueden reiterar su denuncia frente al juez de instrucción competente.
«Divulgar la cultura»
Sobre la venta del 'Aníbal' de Goya, ejecutada en diciembre de 2020 por 3 millones a la Fundación Amigos del Museo del Prado, la Fiscalía señala que el dinero «iría destinado a atender los fines fundacionales y, especialmente, a la conservación de la Quinta de El Pito (Cudillero), sede de la fundación», donde se encuentra el rico patrimonio que los hermanos Selgas adquirieron entre finales del siglo XIX y principios del XX. La nota de la Fiscalía añade que, a la vista del comprador y su finalidad de donarla al Museo del Prado, «la venta mantenía el fin de divulgar la cultura».
Dicha operación fue tratada en varias reuniones del patronato: la primera vez, en diciembre de 2014, «donde ya se habló de la necesidad de vender bienes para poder hacer frente a los numerosos gastos que generaba el mantenimiento y conservación de la Quinta». La segunda vez que se trató el tema fue en abril de 2016, y luego en diciembre, haciendo referencia a que quedaba un año para que finalizara el convenio de préstamo que tenían con el Prado y que «la prórroga del convenio supondría no poder venderlo a terceros, siendo ese compromiso 'inaceptable'».
Fue el 11 de diciembre de 2017 cuando se acordó la venta del primer cuadro documentado de Goya. «El convenio de la fundación con el Museo había vencido en septiembre. [...] El Museo no lo iba a adquirir, así que tenían que buscar comprador. Esta decisión fue aceptada por unanimidad por todos los asistentes a la reunión, que estuvieron de acuerdo no solo con la venta de este cuadro, sino también de cualquier otra que pudiera realizarse».
En reuniones posteriores se advirtió de que la cantidad que podría obtenerse por el cuadro podría ser inferior al previsto y, tras encargar un informe de tasación, se estimó que su precio oscilaría entre los 2,5 y 3 millones de euros en el mercado nacional, al dar por hecho que se trataba de una obra inexportable.
Bienes no fundacionales
El escrito del fiscal hace referencia también al intento de venta de la 'Inmaculada Concepción' de El Greco a un museo húngaro por un mínimo de 6 millones de euros, pero el Ministerio de Cultura declaró su inexportabilidad «por su singular importancia y se requirió a la comunidad autónoma para que instruyera expediente con el fin de declararla obra Bien de Interés Cultura».
«La venta de estas obras se pretendía realizar dada su condición de bienes no adscritos a la dotación de la fundación, aspecto fundamental, tal y como se recoge en los estatutos». ABC ha publicado varios documentos que vinculan ambos cuadros a la dotación fundacional de la Fundación Selgas, y por tanto la enajenación de las obras estaría protegida estatutariamente y por la ley de fundaciones, que exige una comunicación previa al ministerio que en el caso del 'Aníbal' no se dio.
La Fiscalía, no obstante, señala que en la reunión mantenida por el patronato el 16 de noviembre de 2020 se «especificó que las obras no eran 'bienes adscritos a la dotación de la Fundación Selgas-Fagalde', cuestión no discutida por ninguno de los patronos'». «En el caso de que se hubiera cuestionado esta condición –añade el fiscal–, el artículo 29 de los estatutos de la fundación hubiera permitido, en caso de discrepancia, su modificación en medio económico, atendiendo a las necesidades de la fundación, y proceder de esta manera a su venta».
Fines fundacionales
No hay, por tanto, delito de administración desleal porque «la venta del Goya y el intento de venta del cuadro de El Greco se realizaron siguiendo todas las formalidades exigidas», fue «una decisión tomada en el tiempo, atendiendo a las necesidades y circunstancias económicas y coyunturales de la fundación», «se decidió por unanimidad» y «el dinero se invertiría en los fines fundacionales y en la conservación del mantenimiento de la Quinta».
El acta de noviembre de 2020 al que se refiere la Fiscalía señala que a fin de no incumplir los calendarios de amortización de los préstamos se habían acometido dos gestiones: un préstamo ICO por valor de 660.000 euros y la venta del cuadro de Goya. Con la venta de la 'Inmaculada Concepción' de El Greco tendrían la «tranquilidad de poder tener una caída de ingresos mayor y, sobre todo, un eventual cierre del hotel».
Se refería el patronato al Hotel Sevilla Congresos, por el que la Fundación Selgas-Fagalde pagó en 2006 20,3 millones de euros a dos empresas en cuyos consejos de administración se sienta Gregorio Peña Varona, presidente de la entidad. El hotel tenía graves desperfectos , como se recoge en una sentencia, invirtieron 3,5 millones en reformarlo y aún arrastran deudas relacionadas con la operación.
Esta compra también figuraba en la denuncia de Foro, pero el fiscal no hace ninguna referencia a ella. Tampoco a la compra de acciones de Ecoprensa, la empresa editora de Gregorio Peña, ni al pago de sueldos a patronos, algo que impiden los estatutos.
Según el fiscal, tampoco hay apropiación indebida porque «estamos ante la venta realizada por el titular del cuadro a un tercer por un precio establecido [...] y siendo esa decisión aprobada por unanimidad de todos los patronos», entre ellos los de carácter público: la consejería de Cultural del Principado, el Ayuntamiento de Cudillero, el Arzobispado de Oviedo y la Universidad de Oviedo.
Tampoco se dan los requisitos de la estafa «pues todos los patronos supieron desde el primer momento la situación económica de la fundación y los medios que se podían emplear para remediarla, y todos adoptaron proceder a la venta de esos cuadros, aunque al final solo se materializó la del Goya». El fiscal concluye que «en ningún momento medió ningún tipo de engaño para ello, elemento esencial en el delito de estafa».
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