Filosofía de lo cómico: cuando el humor tiene que sobrevivir en tiempos oscuros
ABC Cultural reunió en la Feria del Libro de Madrid a Diego S. Garrocho y Edu Galán
Tras una reciente mesa redonda en la que escritores y periodistas trataron sobre el síndrome del impostor, la Feria del Libro y ABC Cultural, que acaba de cumplir treinta años de existencia, organizaron otro encuentro en el que se cambió de tercio. Ahora la propuesta era debatir en torno a ‘La filosofía de la risa (o del humor)’ con dos participantes de perfiles distintos, y contrapuestos, lo que aseguraba –como sucedió– una intensa y enriquecedora controversia entre Diego S. Garrocho (Madrid, 1984) y Edu Galán (Oviedo, 1980). Garrocho es profesor e investigador en el área de Ética y Filosofía en el Facultad de Filosofía de la Universidad Autónoma de Madrid y autor, entre otros títulos, de ‘Aristóteles. Una ética de las pasiones’. Por su parte, Galán es escritor y guionista, pero quizá sea especialmente conocido como cofundador, junto al ilustrador argentino Darío Adanti , de la revista satírica ‘Mongolia’. Ambos colaboran en diversos medios y les une, como señaló Laura Revuelta, redactora jefe de ABC Cultural y moderadora de la mesa, el ser unas de «las nuevas voces más sugerentes».
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Diego S. Garrocho comenzó su intervención asegurando que iba a hablar en serio del humor y recordó apreciaciones de algunos filósofos como Platón quien sentenció que «es inadmisible presentar a hombres dominados por la risa». Una idea que ha fermentado a lo largo del tiempo, pues «el pesimismo tiene un gran prestigio».
Sin control
Afirmó también Garrocho que el humor es «un elemento que no se puede controlar, como el amor». Edu Galán entonces lanzó una cuestión al aire: « ¿Qué es el amor? », que se fue trufando con el humor en el encuentro.
Para Diego Garrocho, tanto en uno como en otro hay componentes que permanecen a través de los siglos, y así puso como ejemplo que hoy nos siguen despertando la risa las comedias de Aristófanes, dramaturgo de la Grecia clásica. Este punto es el que suscitó mayor polémica, pues para Edu Galán el humor es «un producto cultural y de clase», ni «es lo mismo lo que nos hace reír antes y ahora», oponiéndose «a la defensa de lo universal, me parece metafísica», y defendiendo que, en realidad, «el humor no existió hasta la invención del cine, ya que debe ser masivo. Si no es popular no es humor ». «Los chistes tienen fecha de caducidad», añadió.
Por otro lado, Diego S. Garrocho, que apuntó que quizá no estaban tan en desacuerdo, aunque «el desacuerdo no es malo», trajo a colación la reflexión de Nietzsche : «Solo el hombre sufre tan profundamente que tuvo que inventar la risa». También manifestó que, en este sentido, «los humoristas tienen un fondo trágico».
Para Galán, sin embargo, ese supuesto fondo «tiene mucho de impostura», pues «los cómicos hacen lo que el público quiere. Hoy está de moda el victimismo y decir que lo pasan muy mal, que han sufrido traumas». Aunque, matizó esa preocupación por el público es muy generosa por su parte».
En la recta final, las consideraciones de Diego S. Garrocho y Edu Galán suscitaron alguna intervención del público, retomando el asunto del amor al señalar que puede «que nadie se enamoraría si no hubiese oído hablar del amor». Diego S. Garrocho cerró el animado acto afirmando que en buena medida «el amor y el humor son como el parque de atracciones de la vida. Nos permiten romper la norma».
Enrique Jardiel Poncela dijo que «intentar definir el humorismo es como pretender atravesar una mariposa, usando a manera de alfiler un poste telegráfico». Sea como fuere, sin duda, reflexionar sobre el humor en estos tiempos oscuros, llenos de interrogantes e incertidumbres, es quizá más necesario que nunca.