El faro de la discordia brilla en Cantabria
La polémica continúa persiguiendo al edificio tras la multicolor intervención del artista cántabro más internacional
Para gustos, los colores. Y para colores, los de Okuda . La extensa gama de la paleta que el artista santanderino emplea en sus obras luc en el faro de Ajo, en Bareyo, que pasó del blanco a un sinfín cromático en apenas tres días de una intervención marcada por la polémica , fruto de un proyecto que se ha topado con un fuerte rechazo cultural y social.
Consciente de esa oposición, el creador urbano Óscar San Miguel resta importancia al movimiento contrario surgido en las redes sociales en torno al mural pintado en el edificio marítimo y la achaca , irónico, al omnipresente coronavirus , como si fuese un efecto colateral más. «Hay mucho tiempo libre ahora con todo el tema de la pandemia y no hay fútbol y es una cosa de la que hablar », esgría en la presentación de su último trabajo, a propósito del cual le han llovido ofertas similares: colorear un faro de Canarias y el pirulí de Peña Cabarga, en su tierra, donde acaba de demostrar la dificultad de ser profeta donde se nace.
De hecho, esta actuación ha acabado con una denuncia de Izquierda Unida en la Fiscalía , por un «atropello patrimonial» promovido por el Gobierno regional, la Autoridad Portuaria de Santander y el Ayuntamiento de Bareyo y posible prevaricación y malversación de caudales públicos . Las dos últimas administraciones cofinancian los 40.000 euros que cuesta esta actuación, que será promocionada por la Consejería de Turismo en distintos eventos y ferias.
La Fiscalía de Cantabria «como en todos los casos», según ha matizado a Efe, ha abierto diligencias y ha iniciado una investigación «para esclarecer si los hechos denunciados son delictivos».
«Que dure para siempre»
Okuda, que había dejado su personal impronta en otros puntos de la Comunidad Autónoma, en las esculturas de Cuchía y Reinosa , en el colegio Vital Alsar de la capital y en otros murales de la ciudad, confía en que la obra de Ajo, inicialmente por un periodo de cuatro años prorrogables hasta ocho , pierda ese carácter pasajero y se perpetúe en el tiempo. «Espero que eso cambie, de aquí a ese momento y ya está. Normalmente yo las obras que hago en el espacio público quiero que duren para siempre ».
En el faro, propiedad de la APS y que mantiene su función de vigía, el diseñador ha plasmado con más de un centenar de colores equilibrados con blanco, negro y gris su particular iconografía, a lo largo de más de 15 metros de la torre . Figuras de la fauna local aluden a la riqueza natural de la región, mientras que las texturas empleadas reflejan la diversidad cultural de una Cantabria «moderna, abierta y conectada con el mundo».
Miles de personas han visitado el faro desde que se dio a conocer su nueva combinación de colores el 28 de agosto, según The Guardian. Sin embargo, como publica este medio, a principios de este año, casi 4.000 personas firmaron una petición pidiendo que el edificio se mantuviera en blanco. Además, cinco grupos culturales escribieron al alcalde, pidiéndole que reflexionara sobre si el proyecto era «apropiado».
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