Extraordinario descubrimiento arqueológico en Roma: hallan una tumba romana intacta
Contenía los esqueletos de tres hombres y una mujer, con ricas cerámicas que aún conservan los restos del banquete dejado a los difuntos
Una extraordinaria tumba con cuatro personas de hace 2.300 años, completamente intacta, se ha descubierto casualmente mientras se construía un acueducto en la periferia de Roma. La tumba, a cuatro metros de profundidad, contenía los restos de tres hombres y una mujer y objetos funerarios. A los arqueólogos les ha impresionado la extraordinaria conservación de la tumba, porque nunca fue violada. Normalmente las tumbas se volvían a abrir, a veces para enterrar a otros difuntos. En este caso, se mantenía la gruesa piedra que, como una puerta, cerraba la tumba-cámara que conducía al más allá. En torno a los esqueletos aparecen ricos enseres tal y como fueron dejados hace casi 24 siglos : veinticinco cerámicas, entre platos, cuencos y ánforas, con decoraciones blancas de motivos vegetales. En algunos recipientes se han encontrado los esqueletos de animales (conejo, cabrito, cordero y pollo), dejados según el ritual del banquete que acompaña a los difuntos en su viaje al más allá.
La fecha se la tumba se ha fijado entre el 335 y 312 a. C. , gracias a una moneda que se encontró al lado de un esqueleto. En una cara aparece la cabeza de Minerva; en la otra, una cabeza de caballo con la inscripción «Romano». La calidad de la cerámica hace pensar que en la tumba fueron enterradas personas de clase social alta , seguramente propietarios de villas que había en el lugar. Se han recogido muestras antiguas de polen y plantas de la tumba, para investigar sobre la flora y el paisaje de la zona.
Gran fortuna
Hubo mucha suerte en el descubrimiento de la tumba, según ha explicado Francesco Prosperetti , superintendente de Roma: «Si la máquina excavadora se hubiera desviado solo unos centímetros hacia la izquierda, nunca hubiéramos encontrado la tumba». Los arqueólogos la han llamado la « tumba del atleta » porque entre los restos se encontraron dos estrígiles, la rascadura de metal que los antiguos atletas griegos y romanos utilizaban para eliminar el sudor, arena y grasa después de los combates o actividades deportivas. En realidad, los esqueletos masculinos, los presuntos atletas, tenían entre 35 y 50 años , muy ancianos ya en aquella época. Es, por tanto, exagerado decir que había atletas, pero esa denominación servirá para recordar mejor un descubrimiento arqueológico extraordinario debido a la fortuna.