Un estudio sostiene que el clima espacial causó la catástrofe del Titanic
La investigadora meteorológica independiente Mila Zinkova sostiene que una ráfaga electromagnética pudo interferir con los instrumentos de navegación, modificando su rumbo
La noche en la que se hundió el Titanic se vieron auroras boreales. Murieron más de mil quinientas personas, y el cielo brillaba. El dato no es baladí.
«La mayoría de las personas que escriben sobre el Titanic no saben que esa noche se vieron auroras boreales», asevera la investigadora meteorológica independiente Mila Zinkova.
Zinkova ha publicado un artículo en la revista « Weather » en el que plantea una nueva teoría sobre el hundimiento del barco más famoso del mundo: que el clima espacial pudo haber afectado a los instrumentos de navegación y a las comunicaciones del Titanic antes de la catástrofe y durante las labores de rescate.
Según explica la investigadora, una ráfaga de radiación electromagnética iluminó el cielo e interfirió en las brújulas y los equipos de radio a bordo del Titanic y embarcaciones cercanas.
Esto, en su opinión, pudo haber causado que la tripulación hiciera ajustes de navegación que llevaron al Titanic por un curso ligeramente diferente al previsto, potencialmente enviándolo en la dirección del iceberg que finalmente arruinó el gran transatlántico.
«Incluso si la brújula se moviera solo un grado, ya podría haber marcado la diferencia», ha explicado Zinkova a « Hakai Magazine ».
Es una teoría nueva, polémica. El historiador especializado en el Titanic Tim Maltin rechaza que este factor pudiese ser imposible. En cambio, Chris Scott, astrofísico de la Universidad de Reading, sostiene que los relatos de los testigos oculares que se conservan podrían amparar la teoría de esta suerte de tormenta solar.
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