Necrológica de Ruy Ohtake

Espacio, cemento y color brasileños

Arquitecto, e hijo de la pintora abstracta Tomie Ohtake, se le deben obras emblemáticas como el Hotel Unique de Sâo Paulo o los ‘Redondinhos’ del barrio de Heliópolis

Juan Manuel Bonet

En su Sâo Paulo natal ha fallecido el 27 de noviembre, a consecuencia de un cáncer de médula, y a los 83 años, Ruy Ohtake. Hijo de la pintora Tomie Ohtake (1913-2015), que osciló entre lo lírico y lo constructivo, y de otro inmigrante japonés, él no eligió el arte de los pinceles, sino el de la arquitectura. Discípulo de su muy admirado Vilanova Artigas, obtuvo el título en 1960.

El carioca Oscar Niemeyer, activo no sólo en Rio, sino también en Sâo Paulo, donde construyó el COPAN o el edificio de la Bienal, fue su otro faro, y alguien al que trató asiduamente. Ohtake y Niemeyer, que escribieron el uno sobre el otro, comparten el amor por la naturaleza brasileña, por la curva, por lo orgánico, y también por el hormigón brutalista. Ciudades históricas como Olinda, Ouro Preto o Paraty eran para el nipo-brasileño, según confesión propia, fuente de inspiración, especialmente en lo cromático.

Obras suyas emblemáticas son, en su ciudad natal, sendos rascacielos imponentes, el edificio Santa Catarina, en la Avenida Paulista, y el Hotel Renaissance, en la vecina Alameda Santos; las muy futuristas estaciones del Expresso Tiradentes; o el conjunto residencial conocido como ‘Redondinhos’, fruto de la reforma de una antigua favela en Heliópolis. Su otro hotel paulista, el Unique (2002), de perfil audaz, vertiginoso, alegre, entre geométrico y pop, sería popularmente rebautizado como ‘la sandía’, ‘la media luna’, o ‘el Arca de Noé invertida’. Preocupado también por el medio ambiente (Parque Ecológico del Tietê, el río de su ciudad, y otro en Indaiatuba, y Aquário do Pantanal en Campo Grande) Ohtake ha sido activo además en el campo del mobiliario, en el que ha colaborado con importantes empresas, entre ellas la española Roca.

Especialmente entrañables fue para el arquitecto diseñar la residencia y estudio de su madre (1970), y luego el Instituto Cultural Tomie Ohtake, inaugurado en 2001, y que perpetúa el legado de aquella, por el que también ha velado el grafista y gestor cultural Ricardo Ohtake, hermano del finado, y que le sobrevive. Ahí se han celebrado exposiciones de Picasso, Julio González, Miró, Dalí, Di Cavalcanti, Albers, Frida Kahlo, Noguchi, Louise Bourgeois, Rauschenberg, Jasper Johns, Lichtenstein, Soto, Le Parc, Yoko Ono, Yayoi Kusama, Tunga, Paulo Pasta… También de arquitectura (Gaudí, Niemeyer, Artigas, Siza, el propio Ohtake…), fotografía (Pierre Verger, Nicholas Nixon, Sebastiâo Salgado…), cine (Manoel de Oliveira, Akira Kurosawa…), diseño (Javier Mariscal), música (Dorival Caymmi), poesía experimental (Paulo Bruscky), moda...

Recordando sus raíces, en 1991 Ohtake proyectó otro edificio emblemático, la embajada brasileña en Tokio, en cuya fachada un gran muro amarillo y unos árboles tropicales vienen a figurar la bandera de su país. En Sâo Paulo, la saga iniciada por la pintora nacida en Kyoto continúa con Rodrigo Ohtake, hijo de Ruy, y como él arquitecto y diseñador de muebles.

JUAN MANUEL BONET

Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación