La ermita visigoda que se usa como establo en Cáceres
El ruinoso edificio ha sido incluido en la Lista Roja del patrimonio de Hispania Nostra
Abandonada a su suerte, una ermita de época visigoda que actualmente se utiliza como establo en Cáceres se encuentra en un estado de conservación tan pésimo que ha pasado a integrar la triste Lista Roja del Patrimonio de Hispania Nostra, junto a otros cerca de mil monumentos españoles que corren el riesgo de desaparecer.
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Edificada en torno al siglo VII en las primeras estribaciones de las Villuercas, a mitad de camino entre las localidades de Conquista de la Sierra y Garciaz, la ermita de la Portera es, a juicio de esta asociación de defensa del patrimonio, «una joya de la arquitectura de época visigoda».
Cuenta con una bóveda de cañón en herradura construida con sillares de granito reaprovechados de época romana y aún conserva algunos otros muros de su construcción inicial, aunque enmascarados en este laberíntico edificio que, después de las reformas del XVI y su derrumbe parcial tras la desamortización, se transformó en un establo para el ganado.
Solo se identifica por su santuario rectangular sobresaliente y su fachada con portada gótica , que pudiera pertenecer al siglo XV. «El terreno que media entre ambos puntos está convertido en la actualidad en lugar de encierro de ganados, pajar y otros aspectos agrícolas y ganaderos», explican desde Hispania Nostra. En el centro del conjunto sobresale un patio cuadrado de época muy reciente desde el que se accede a todos los espacios.
En el santuario sorprenden los materiales empleados, de naturaleza granítica, ya que no son propios de los alrededores, y un muro de pizarra que «actúa a modo de 'forro', posiblemente debido a una reforma posterior», según Hispania Nuestra. Hasta una altura de 2,40 metros sobre el actual pavimento de cal, se observan muros perpendiculares a la bóveda de cañón y a partir de dicha altura existe una moldura de mármol que recorre los paramentos norte y sur.
El fondo del santuario presenta un curioso tipo de ornamentación, cuya fecha es imposible determinar, pero su interés radica en que parece tratarse de una réplica de los nichos con función ornamental , donde se guardaría el mobiliario litúrgico de los santuarios de los siglos VI-VII. El de Portera desapareció hace unos años.
La ermita de la Portera no goza de ninguna protección legal específica «pese a su altísimo valor patrimonial», subraya la asociación de defensa del patrimonio.