El director del Hermitage se queja de la falta de «cortesía» del equipo de Colau

La semana que viene, primera reunión con el Ayuntamiento de Madrid, después de que desde Barcelona «no se contactase con nosotros en siete años»

Esta funcionalidad es sólo para registrados

La decisión del Ayuntamiento de Barcelona de rechazar la ubicación de la filial del Hermitage en la Bocana Norte del Puerto, después de siete años sin dar solución al asunto, ha caído como un jarro de agua fría en el prestigioso y reconocido museo ruso. Su director, Mijaíl Piotrovski, habla de falta de «cortesía» y ausencia de contactos con Barcelona en los últimos siete años.

«El Hermitage recibió hace unos años la propuesta de crear una filial en Barcelona, similar a las existentes en Ámsterdam, Kazán e Italia. La proposición fue aceptada y con ése objetivo –en 2012– se firmaron los correspondientes convenios con el Gobierno de Cataluña y con la ciudad de Barcelona», declaró Piotrovski por escrito a este corresponsal en respuesta a la petición de comentar la situación cursada el martes a través del servicio de prensa del museo.

El director del insigne museo de San Petersburgo, que posee una de la mayores colecciones de arte del mundo, sostiene que, tras concluirse los acuerdos para crear un centro del Hermitage en Barcelona, hace siete años, «no volvieron a contactar con nosotros y así ha seguido produciéndose a día de hoy». Según Piotrovski, «el Hermitage está dispuesto a mostrar en todo el mundo sus colecciones y compartir su experiencia de trabajo en museos, pero nunca se lo impone a nadie y está acostumbrado a ser tratado con cortesía».

El servicio de prensa del museo señaló el martes que «el Hermitage abre centros y filiales allí en donde le esperan. La institución no tiene ansias de expansión, pero sí de satisfacer el deseo de aquellas ciudades del mundo que quieran acoger sus obras. Si no hay interés, pues no hay de qué hablar. Si lo hay, por parte del museo se hará todo lo posible para que este tipo de proyectos se materialicen».

A principios de diciembre, en declaraciones al canal alemán Deutsche Welle, Piotrovski dijo que, ante la ausencia de avances en la principal ciudad catalana para hacer allí realidad la apertura de una sede del Hermitage, se estaba ya planteando «buscar otra ciudad, si la cuestión de Barcelona se sigue aplazando en adelante. Hay que tener en cuenta que el convenio entre Rusia y España para abrir la filial del Hermitage se firmó en 2012, y el Ayuntamiento de Barcelona aún no dado autorización para que se inicie su construcción».

El Ayuntamiento de Madrid ha confirmado que la semana que viene se producirán las primeras conversaciones con responsables del Hermitage con el fin de encontrar en la capital de España un lugar idóneo para desarrollar el proyecto. El director del Hermitage se ha mostrado muy cauto y no ha querido por ahora hacer nuevos comentarios sobre qué otra ciudad podría acoger la filial, si al final el proyecto no fructifica en la metrópoli catalana.

Con extrema prudencia también se muestra el equipo de Andrea Levy, delegada de Cultura, Turismo y Deporte del ayuntamiento madrileño ante la oportunidad de encontrar un emplazamiento para un proyecto cultural de gran calibre. Según adelantó ABC, se baraja ofrecer al museo ruso el Mercado de Frutas y Verduras de Legazpi o un espacio en Madrid Nuevo Norte.

Según se comentaba ayer, el día de la reunión aún no se ha fijado. Desde el lunes están abiertas las agendas de las dos partes con el fin de verse lo antes posible y dar inicio a las negociaciones. Paralelamente, se está conversando con la Embajada rusa en Madrid para mantener otro encuentro cuando sea posible.

Desde el área de Cultura subrayan que en todo caso están en «un momento inicial de negociaciones» y que hay «emplazamientos interesantes para desarrollar proyectos culturales que actualmente no tienen uso» como el mencionado mercado o Madrid Nuevo Norte. «En ambos casos podría suponer vertebrar estas zonas de la ciudad», argumentan las mismas fuentes. el Mercado de Legazpi, muy cerca de Matadero, añadiría un importante activo cultural a la zona sur de la ciudad.

Dada la prudencia necesaria, el Ayuntamiento explica que «habrá que esperar a conocer las necesidades del museo y la viabilidad del proyecto para poder concretar más al respecto». En Barcelona se ha llegado a criticar la falta de proyecto concreto de la parte museística. Tal vez cuando las negociaciones con los ediles madrileños se sustancien, podamos saber la realidad de esa parte del proyecto y la posibilidad de mejorar los aspectos asociados a una de las más ricas colecciones artísticas del mundo.

Para Levy, albergar una nueva sede europea del Hermitage, un «museo internacional tan conocido», «contribuiría a que Madrid sea, aún más si cabe, una gran capital cultural». La imagen que Barcelona ha ofrecido al romper esta negociación (agravada por algunas torpezas sonadas con respecto al Mobile World Congress) es la de una ciudad cerrada y poco amable, justo lo contrario de la que Madrid está ofreciendo en esta etapa.

Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación