Detienen a un turista irlandés por grabar sus iniciales en el Coliseo de Roma
Es el enésimo acto vandálico contra el monumento más famoso del mundo. Dada la frecuencia del vandalismo, Italia pretende endurecer las penas contra los delitos a las obras de arte
El Coliseo sufre el enésimo acto vandálico. Un turista irlandés de 32 años grabó sus dos iniciales , cada una de seis centímetros de longitud , con un objeto puntiagudo en un pilar en el primer nivel del Anfiteatro Flavio. Fue sorprendido de inmediato por el personal de seguridad y denunciad o a los carabineros. El individuo fue arrestado con la acusación de daños a bienes de interés histórico y artístico, un delito que puede ser castigado con un año de prisión y al menos 2.000 euros de multa .
Numerosos han sido los casos de vandalismo contra el Coliseo, el monumento más visitado de Italia, con más de 7.5 millones de personas en el año 2019. Algunos turistas no resisten a la tentación de dejar una señal tangible de su paso ante un monumento milenario . Aunque parezca mentira, esta incalificable acción es más frecuente de lo que cabría imaginar . Algunos casos han sido llamativos. En el 2014, un ruso de 42 años escribió una enorme letra K (17x25 centímetros) en una pared del Coliseo. Fue condenado a cuatro meses de prisión por vandalismo y tuvo que pagar una multa de 20.000 euros .
La mayoría de las veces el delito ha sido grabar las iniciales. Pero algunos van más lejos. Un adolescente canadiense de 15 años rompió un ladrillo del Coliseo para llevárselo como recuerdo a su casa, en abril 2014. El joven fue descubierto por un turista que lo fotografió y lo denunció a los vigilantes. El turista pudo ser detenido a la salida y se recuperó el fragmento robado. Un caso parecido se dio en junio 2018: Un turista austriaco de 17 años fue sorprendido mientras arrancaba un fragmento de ladrillo romano de la columnata exterior del Coliseo. Fue arrestado por los carabineros que realizaban una operación de control en esa zona del Anfiteatro Flavio.
Medidas de seguridad
En realidad, hasta hace poco tiempo era rara la semana en que no se producía un acto vandálico en el Coliseo: Unos intentan dejar una señal en el monumento más famoso del mundo , otros intentan llevarse un trozo como si fuera una reliquia . Ante la falta de civismo de algunos turistas, y por temor también a una posible acción terrorista, en diciembre del 2018 se anunciaron nuevos sistemas de alarm a en las entradas y en las áreas dedicadas a eventos en toda la zona del Parque Arqueológico: Desde el Foro Romano hasta el Monte Palatino, en la Domus Aurea y sobre todo en el Anfiteatro Flavio.
En concreto, se instalaron 500 cámaras térmicas y nuevos sensores , un plan que costó 7 millones de euros . Se pusieron las mejores tecnologías al servicio de la seguridad y protección del patrimonio cultural. Pero ni siquiera esas extraordinarias medidas parecen ser suficientes, porque el vandalismo ha continuado . En ocasiones, lo que no piensa un menor, la locura se le ocurre a sus padres. En abril 2019, una ciudadana israelí de 39 años fue sorprendida por el personal de seguridad interna del Coliseo, mientras grababa con una piedra, en un pilar interno del monumento, las letras «EIAAP». Eran las iniciales de los nombres de su esposo e hijos.
Fetichismo y estupidez
Es increíble y desconcertante la frecuencia con que se ha producido este vandalismo. Por ejemplo, en mayo del 2019, en solo seis días el Coliseo sufrió daños en tres ocasiones. Un turista húngaro de 29 años grabó una gran «T» , utilizando la llave de su hotel, en el mármol travertino de una pared de la planta baja del Anfiteatro Flavio. El turista se justificó así: «Como hay tantos escritos, no pensé que estuviera prohibido ». Es verdad que hay escritos, que en realidad se remontan a siglos atrás.
A raíz de estos delitos de mayo 2019, se volvieron a intensificar las medidas de seguridad. Pero el fetichismo mezclado con la estupidez y falta de sentido cívico ha continuado haciendo daños en el Coliseo. El caso del turista irlandés es uno más en una lista interminable.
Ante la frecuencia con que se suceden los actos vandálicos contra obras de arte en Italia, se presentó un proyecto de ley en el Parlamento . La iniciativa prevé un máximo de ocho años de prisión y multas de hasta 100.000 euros para quienes dañen monumentos y obras de arte en general. Cuando el daño a la obra de arte fuera irreversible, se podría aplicar el máximo de la pena: ocho años de cárcel.
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