Demandan a Christie's por una obra subastada que fue expoliada por los nazis
Tanto el marchante de arte que adquirió «Primer día de primavera de Moret», de Alfred Sisley, como sus legítimos dueños acusan a la casa de subastas de no investigar lo suficiente su procedencia pese a las evidencias de su pasado oscuro

El marchante de arte suizo Alain Dreyfus adquirió en una subasta de Christie's en 2008 celebrada en Nueva York «Primer día de primavera de Moret», de Alfred Sisley. Poco después, Dreyfus conocía que la obra de arte fue robada por los nazis en 1940 y que formaba parte de la colección privada de Hermann Göring.
Ahora, tanto los legítimos propietarios como el marchante de arte han acusado a la casa de subastas de no hacer bien su trabajo de investigación. Asimismo, aseguran que Christie's rechaza rescindir la venta una vez que ya se conoce su oscuro pasado.
Por todo ello, Dreyfus va a comenzar la semana que viene acciones legales para reclamar a la casa de subastas el dinero obtenido por la venta de la pintura (338.500 dólares a los que suma un interés anual del 8 por ciento), que pretende devolver a sus dueños, los herederos de Alfred Lindon.
El nieto de este último, Denis Lindon también demandaba en agosto de 2017 a Christie's ante un tribunal de París. «No es serio pensar que Christie's, que dispone de un servicio especializado en la búsqueda de los cuadros expoliados, hubiera podido ignorar el origen de tal cuadro», apuntaba en el texto legal
La casa de subastas defiende sus actuación en el caso y afirma que actuó de forma diligente. Afirma que comprobó todas las bases de datos, catálogos y recursos disponibles y no encontró nada en esa fecha que indicara que la pintura perteneció alguna vez a Lindon.
En declaraciones al diario británico The Telegraph, Christie's apunta que «en el momento de la venta no había ninguna reclamación vigente sobre la obra y ninguna información que directamente uniera la pintura con la familia del demandante».
De acuerdo con el periódico The New York Times, Lindon depositó esta obra de arte junto al resto de su colección en una caja fuerte de un banco, antes de escapar de París cuando los nazis invadieron la ciudad. Así lo puso de manifiesto una investigación de la Corporación Mondex, firma canadiense dedicada a la recuperación de arte.
Allí fue confiscada y depositada en Galería Nacional del Juego de Palma (desde 1940 hasta 1944, almacén de las propiedades culturales de los judíos, robadas por el régimen nazi en Francia). Las pesquisas llevaron a Mondex a averiguar que la obra de Sisley pasó a manos de Hermann Göring, al frente de las fuerzas aéreas nazis.