Cultura y gastronomía se unen en Commodore
El icónico espacio recupera su espíritu de encuentro y diálogo cultural
Durante décadas, Mayte Commodore presidió desde su esquinazo en la Plaza de la República Argentina la vida social y cultural madrileña . Entre sus fogones, además de exquisitas viandas, se cocían interesantes veladas a base de tertulias, presentaciones o entregas de galardones. Esa es la esencia, la que hizo de este espacio un icono de la capital, que quiere recuperar el Grupo Remigio , que ha sometido al establecimiento a una profunda renovación.
«Queríamos un Commodore del siglo XXI », afirma Juan Ramos, uno de los propietarios de la firma. Aunque ya sin Mayte en el nombre («era una cosa muy personal. Mayte era un personaje. Era ella», explica), siguen apostando por una comida (a cargo del chef mexicano Ernesto Diomar) y una bebida (la carta de coctelería está firmada por el escritor y periodista François Monti) «a un nivel muy alto», indica Juan. Además, «nos valen muchas de las cosas que ella puso en boga –prosigue–. Tenemos un eslogan, ‘No somos lo que fuimos’, y con ese relato vamos avanzando. Queremos que sea la casa de todos , independientemente de ideas, posturas o economías; que sea un punto de encuentro como lo fue Mayte Commodore. Un sitio para comer, para tomar una copa, para leer, para oír música...».
Sus 1.500 m2 distribuidos en dos plantas , renovadas por el arquitecto y diseñador argentino Luis Galliussi, se ponen así al servicio de Cultura Commodore, nombre bajo el que se aglutinan estas experiencias. «Queremos recuperar e incluso potenciar ese área con la literatura, con las artes escénicas, con el teatro, con el periodismo, con todo tipo de música...», insiste Ramos. Toda esa actividad cultura l convergerá en la edición anual de los premios Commodore , que contarán con las categorías de cine, poesía, teatro, narrativa, música, periodismo y talento joven.