«La cultura prehistórica de Menorca merece ser Patrimonio de la Humanidad»

La catedrática de Arqueología Margarita Orfila explica los puntos fuertes de la candidatura que España presenta en 2022

La catedrática de Arqueología Margarita Orfila, en la biblioteca del MAN Guillermo Navarro

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Quizá porque su niñez sigue jugando en su playa, como cantaba Joan Manuel Serrat, la catedrática de Arqueología Margarita Orfila Pons regresa siempre a su Menorca natal y a esa cala de Cales Coves donde siendo una niña curiosa quedó fascinada por los arqueólogos que acudían cada verano a investigar en sus más de 100 cuevas prehistóricas. Esta historiadora, miembro del patronato de la Fundación Palarq , se especializó después en la época romana y trabajó en la Universidad de Granada, pero no solo no olvidó su tierra, sino que a los 60 años decidió jubilarse para volver y desde 2009 ha impulsado que la Cultura Talayótica de Menorca sea Patrimonio de la Humanidad . Este año de 2022 que ahora se inicia es crucial. Menorca Talayótica será la candidatura que presente España y Orfila cree que cuenta con todos los ingredientes para entrar en la lista de la Unesco.

¿Por qué los talayots de Menorca merecen ser considerados Patrimonio de la Humanidad?

No solo los talayots, sino la cultura prehistórica de Menorca. Hay pocos sitios en el mundo que tengan tanta densidad de monumentos prehistóricos y en un estado de conservación tan espectacular. Solo dos datos: Menorca tiene 700 kilómetros cuadrados y cuenta con más de 1.500 yacimientos arqueológicos, no solo prehistóricos porque este dato engloba también de época romana, de época islámica…, pero que haya dos yacimientos por kilómetro cuadrado es mucho. Y otro dato muy interesante, la superficie de Menorca en relación a resto de España es un 0,01%, pero tiene más del 9% del total de los bienes de interés cultural (BIC) declarados. Creo que dice mucho.

Torre d'en Galmés Margarita Orfila

Además de esa densidad y de su buen estado de conservación , Menorca tiene su propia especificidad. Aunque la llegada del hombre a la isla es relativamente tardía, sobre el 2000 a.C., se diferencia del resto de culturas de final de la Edad del Bronce y de la Edad del Hierro. Mallorca tiene también una Prehistoria con el mismo nombre de cultura talayótica, pero las investigaciones de los últimos 30 años cada vez dejan más claro las diferencias entre una isla y otra. En Menorca, el tamaño medio del talayot es casi el doble del que tienen los de Mallorca y la técnica constructiva también es distinta. En Mallorca siempre siguen un mismo modelo arquitectónico con una columna central y una entrada y unas paredes alrededor. Eso en Menorca no existe. Hay torres, como en Mallorca, pero mucho mayores y si en alguna se puede acceder tiene una falsa cúpula, y por tanto, no cuenta con columna central. En otras ocasiones es una torre más pequeña porque es un paso a un pasadizo amplio que controla o la torre es la propia puerta de entrada al poblado. Y también las hay con una estructura externa a modo de rampas para subir tres, cuatro o cinco metros. Desde allí se tiene una visibilidad espectacular. Además, entre las distintas torres que se elevan en el paisaje existe un contacto visual.

El nombre talayot es un paraguas para diferentes elementos arquitectónicos. En el inicio de la Prehistoria en Menorca, en el 2000-1800 a.C., hay un cierto paralelismo con Mallorca, con unas navetas de habitación, pero pronto empiezan a diferenciarse. También al principio se emplean unas cuevas alargadas en ambas islas para los enterramientos, pero Menorca empieza a crear unos edificios específicos. Desde el sepulcro megalítico se evoluciona a las navetas (como unas naves invertidas con dos pisos). La más famosa es la Naveta des Tudons . No hay en ningún otro sitio este tipo de edificio. Estamos aún en el pretalayótico y ya hay esa diferenciación. Siempre son edificios separados de la población, que no están conectados visualmente con el poblado. El mundo de los vivos separado del mundo de los muertos . Y en esos lugares se entierra de forma colectiva a toda la población. Parece que en la muerte no hay una diferenciación de estatus. Creo que es muy importante.

Naveta des Tudons Magda Orfila

Es una sociedad que siendo isleña, es muy curioso, vive de espaldas al mar . No se comen productos del mar. No hay restos de conchas de cangrejos, de caracoles… nada. Ni pescado. Hay una línea de investigación que constata que en paralelo a la construcción de los talayots se deja de enterrar en navetas y se empieza a hacer en cuevas horadadas en los acantilados . En diferentes sitios hay conjuntos de cuevas hechas por el hombre, más pequeñas las más antiguas y con un desarrollo ya espectacular las más modernas. Les ponían una pared para que, de alguna manera, quedaran mimetizadas con el entorno. De nuevo esa separación entre vivos y muertos, a los que se acerca al mar. Quizá el mar fuera el más allá para ellos.

¿Tenían relación los menorquines prehistóricos con el exterior?

Sí, pero muy poca. A partir del siglo VIII a.C., cuando el mundo fenicio cobra fuerza en la isla de Ibiza, empieza a haber una conexión con el exterior y Menorca se da a conocer como parte de la infantería ligera del mundo púnico. A partir del siglo V a.C. se nota que hay un cambio. Empiezan a ser conocidos como unos expertos lanzadores con la honda. Los de Mallorca también, van a la par. Si al hablar de estas islas antes las fuentes literarias las llamaban las islas Gimnesias -de 'gimno', porque iban con muy poca ropa-, se les acaba denominando por la actividad por la cual son por primera vez conocidos: como honderos , señores que lanzan con hondas. Baleares hace referencia a honderos.

¿En qué más se distinguía la Menorca prehistórica?

A partir del 1100 a.C. de la cultura pretalayótica se pasa a la talayótica, empiezan a construirse los talayots , a crearse poblados mucho más potentes, con esas torres siempre conectadas. En muy pocas ocasiones es un talayot aislado. Crean un tipo de vivienda peculiar y única de nuevo. Son casas mediterráneas, con un patio interior, pero circulares . También se distinguen en los rituales . En las cuevas de los acantilados se introducía al fallecido con una parihuela, con el cuerpo amortajado, en posición fetal, atado con unas cuerdas y recubierto de pieles. Se le tintaba el pelo de color rojo y se le cortaba un mechón, que se ponía dentro de unos cilindros de cuero con tapas de hueso decorado. Se le colocaban flores encima y se dejaban piezas de cerámica con alimentos. Algunas cuevas se sellaban y no se volvían a utilizar, pero en otras sí y se apartaban los huesos de manera ordenada. En la de Biniadris, hay 17 cráneos bien colocados en una zona. El conocimiento de los rituales funerarios de final de la Edad del Bronce en Menorca está dando mucho de sí para entender otros lugares y revisar documentación.

Poblado talayótico de Cornia Nou Margarita Orfila

Pero también había actividad religiosa en vida. Y Menorca vuelve a tener otro elemento constructivo único que son las famosas Taulas , esas enormes piedras de cuatro o cinco metros de altura de una sola pieza que encima tienen otra encajada. Era el elemento central de un santuario y tenía una orientación astronómica con un significado, mirando a la Estrella del Sur y a Centauro. Funcionaron hasta la llegada de los romanos en el 123 a.C. y algunos de estos lugares continuaron utilizándose como santuarios.

Un sinfín de razones, en resumidas cuentas...

Por el estado de conservación, por la densidad de bienes, por la peculiaridad y singularidad de determinados elementos de expresión arquitectónica como son las navetas de enterramiento, las casas circulares, los recintos de taula, por esa separación entre la vida de los vivos y la de los muertos, por esos lugares de enterramiento colectivo donde está toda la sociedad representada, siempre separada de los poblados, por ese acercamiento al difunto progresivamente al mar, por esa escasa conexión con el medio marino y ese posible sentimiento de que el mar significa el más allá…. caray, todo eso hace especial a la candidatura de Menorca Talayótica. Y ojo, no hay tantas declaraciones de islas y en las que la Edad del Hierro esté presente en el Mediterráneo hay muy pocas.

Torralba d'en Salort Margarita Orfila

¿Por qué, siendo especialista en arqueología de época romana de la Universidad de Granada, se implicó en poner en marcha este proyecto?

Soy menorquina y arqueóloga. En el 2009, siendo la responsable de la sección de Historia y Arqueología del Instituto Menorquín de Estudios, empecé a hablar con los políticos de todos los partidos porque consideré que era muy importante. Quizá por el hecho de que no me dedique académicamente a la Prehistoria me impactaba más y al haber estado fuera, tenía una visión diferente. También tuve la suerte de que siendo niña, veraneaba en una cala de la familia en Calas Covas (Cales Coves), donde hay más de 100 cuevas de enterramiento. Tenía 9 años cuando llegaron los arqueólogos y me pasaba el día con ellos. Siento que he nacido y he vivido en un lugar en el que la arqueología ha estado muy presente y he tenido el privilegio de veranear en un espacio privilegiado al que iban los arqueólogos cada año. Me parece normal y nada extraordinario que dijera que esto hay que tirarlo para adelante. Además considero que es muy importante dar a conocer las cosas. Una definición muy bonita de un señor de Menorca decía que la arqueología es la historia que se puede ver y en Menorca se ve muy clara la Prehistoria. En Menorca se puede entrar en unos edificios que se construyeron hace 4.000 años y que están allí en pie, vivos, y que te llevan al pasado de manera directa.

¿Qué beneficios aporta la denominación de Patrimonio de la Humanidad?

La media de aumento del turismo cultural cuando se hace una declaración suele ser de más de un 50%. Es un turismo de fuera de temporada y creo que es muy importante porque hace que se desestacionalice la llegada de viajeros a la isla.

Además, es extraordinario lo que hemos ganado en estos años los menorquines y los visitantes de Menorca tan solo con los preparativos para que se declare Patrimonio de la Humanidad. Ahora se conoce mucho más la cultura talayótica, los yacimientos están mucho mejor adecuados... Ha sido un revulsivo para la propia isla. También ha habido una promoción importante desde el Consell Insular de Menorca y desde el Gobierno balear para apoyar la investigación, con más presupuesto, se está investigando mucho más y cada vez conocemos más de nuestro pasado. Creo que ya por eso ha merecido la pena.

¿En qué fase se encuentra la candidatura de Menorca Talaiótica?

Está en un momento muy importante porque es la candidatura que España presenta en 2022 . Y todo apoyo es necesario.

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