El cómic como libro de arte en España

El formato se ha posicionado en la sociedad española como un arte equiparable a cualquier disciplina artística contemporánea, lo que acarrea amplias (y felices) consecuencias, cuyos efectos sólo empezamos a vislumbrar

Asier Mensuro

En las últimas décadas, el noveno arte se ha posicionado en la sociedad española como un arte equiparable a cualquier disciplina artística contemporánea; lo que acarrea amplias (y felices) consecuencias, cuyos efectos sólo empezamos a vislumbrar . Uno de ellos es la consolidación de un nuevo segmento dentro del mundo editorial relacionado con el cómic, dedicado a edición de libros de colección o libros-objeto.

Se apuesta por un producto de altas cualidades artísticas, que han de translucirse necesariamente en la edición; y que funciona de manera análoga a los libros de autor que todos conocemos de otras disciplinas como la pintura o la fotografía.

Para que este tipo de libros de cómic sean posibles, es necesario un cambio de mentalidad en la sociedad que creo, ya se ha producido. Hoy existe una percepción del cómic como una disciplina grafico-narrativa de alto valor artístico, y del historietista como artista.

Los más brillantes de todos ellos, ven como su obra se cotiza y es deseada por el aficionado; bien sea mediante la compra de originales; o bien, mediante la compra de ediciones exclusivas. Dado que el cómic es un arte esencialmente pensado para ser reproducido, el original tiene un «aura» de objeto único; y la edición limitada, especialmente si va numerada y firmada, participa de dicho espíritu.

La asunción de la idea de que el cómic es un arte por parte del lector, justifica dos características intrínsecas a este tipo de ediciones: La edición primorosa que reproduce con la máxima calidad los valores estéticos de la obra; y la existencia de ediciones limitadas certificadas mediante la numeración, o incluso la firma del artista, lo que suma valor intrínseco a la edición.

En el pasado se han realizado curiosas ediciones numeradas; como por ejemplo, Norma editorial lanza algunas ediciones de coleccionista, como 'Rocco Vargas: Júpiter', de Daniel Torres, o 'Blacksad Alma Negra' y 'El Buscón', ambas de Juanjo Guarnido . Pero en la actualidad, este fenómeno ha dado un paso de gigante en el mercado español; lo que me hace pensar en un cambio tanto cualitativo como cuantitativo dentro de nuestro mercado editorial; y para demostrarlo, me propongo analizar algunas novedades que acaban de salir de imprenta.

Ditko, el artista que creó a Spiderman

La editorial Taschen (sin duda, junto a FMR, la editorial internacional de referencia en lo que a edición de libros de arte se refiere), acaba de publicar el primer volumen de una edición de coleccionista de un clásico de los tebeos USA, el popular Spiderman de Steve Dikto .

Taschen realiza una edición de lujo llena de extras, pero también un facsímil fiel a la edición original. Para lograrlo, se encuentra con un importante obstáculo a superar. Marvel se había deshecho de los fotolitos de la edición original, lo que complicaba sobremanera la edición. La solución de la editorial es brillante. En colaboración con CGC, Taschen localiza los ejemplares de la edición original en mejor estado de conservación (recurriendo entre otras, a la mítica colección de Shelton Drum ); los fotografía o escanea, y ajusta mediante modernas técnicas digitales, para conseguir una calidad impensable hasta la fecha. La edición emplea diversos papeles, incluyendo algunos sin estucar, logrando acercarse con extraordinaria fidelidad al resultado original de la época.

Además se incluyen numerosos extras, como páginas a tinta escaneadas directamente de los originales de Ditko, lo que convierte a esta edición en el ejemplo perfecto del tipo de libros a los que se refiere este artículo.

Además, lo presenta en dos ediciones diferentes; una limitada a 5.000 copias numeradas; y otra de tan solo 1000, aún más lujosa, y con detalles exclusivos como una cubierta con impresión de aluminio, contraportada de piel sintética, lámina estampada, estuche forrado en seda con una serigrafía blanca sobre papel azul, y las guardas personalizadas.

Cartem y el Drácula de Fernando Fernández

Cartem es una editorial muy conocida por sus cuidadas ediciones facsímil de códices antiguos y libros de arte. Ahora amplia sus ediciones, dando cabida al mundo del cómic. Inicia su andadura con una extraordinaria edición del Drácula de Fernando Fernández ; cómic mítico de los años `80, realizado al óleo, con una estética que lo emparenta con el mundo de la ilustración impresionista y expresionista.

Se trata de un cómic con una factura muy poco común en su época, que ahora Cartem recupera en una edición que hace palidecer a todas las que le precedieron; desde que fue serializado en la revista Creppy, hasta sus ediciones posteriores en formato álbum de la mano de Toutain Editor o de Glenat .

Por primera vez, Cartem realiza una edición en que se reproducen las planchas al mismo tamaño que el original pintado por Fernando Fernández, y se edita en un papel de gramaje de 170 gramos, consiguiendo unas calidades increíbles, en las que las texturas creadas por el historietista lucen mejor que nunca. Se incluyen detalles adicionales como bocetos de algunas páginas inéditos hasta la fecha.

La tirada es de 5.000 ejemplares, y sirve como punta de lanza en la apuesta de esta editorial por el cómic como libro de arte.

Don Vega de Pierra Alary, de Nuevo Nueve

Ricardo Esteban , editor de Nuevo Nueve, nos tiene muy bien acostumbrado a sus ediciones exquisitas de títulos como ' Little Nemo' de Frank Pé, o 'Hércules 1417', de Das Pastoras y Pedro Víllora ; pero con Don Vega, se ha superado. Este cómic francés que narra la historia que inspiró el nacimiento del mito del personaje del Zorro, cuenta con una cuidada edición como los títulos anteriores; pero además, con una edición limitada de lujo que creo, es el ejemplo perfecto de lo que es un cómic de arte o libro objeto de colección. Se trata de una edición limitada a tan solo 100 ejemplares, numerada, y firmada a mano. Además, plantea notables y jugosas diferencias con la edición normal.

Por ejemplo, el tamaño es mayor y reproduce el cómic en blanco y negro, para así, poder disfrutar del trabajo de las tintas, intentando acercarse lo más posible a la contemplación de una plancha original del dibujante.

Por supuesto, la edición es muy lujosa. Está impresa sobre papel offset blanco de 200 gramos, y la cubierta es de tapa dura, en tela, e incluye un golpe seco en ambas caras y un estampado en tinta de color oro.

A mayores, están los numerosos extras, que incluyen Dos exlibris numerados y firmados; una separata con el primer storytelling del cómic realizado por Alary, un marca páginas, e incluso una moneda de níquel con el nombre del cómic, acuñada para la ocasión y que cuenta con un estuche de terciopelo con stamping en plata y certificado firmado de tirada y calidades.

En pocas palabras, una edición cuidada hasta el más mínimo detalle, que supone una apuesta clara dirigida a un tipo de público impensable en la España de hace tan solo una década . Un público que no sólo ama los cómics, sino que está convencido de su valor artístico, y ansía atesorar ejemplares de valor, cuya rareza y calidad los convierte en una pieza de arte gráfico impreso que merece la pena coleccionar, admirar y disfrutar.

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