Carlos Saura, el cineasta que ha bailado con la cámara
El Fernán-Gómez Centro Cultural de la Villa dedica una exposición a la relación entre el cineasta y la danza
A mediados de los años cincuenta del siglo pasado, un joven fotógrafo aragonés se paseaba con su cámara por los jardines del Generalife granadino. Allí ensayaban las compañías de danza que actuaban en el recién estrenado Festival de Música y Danza de Granada, y él encerraba en su cámara los movimientos de aquellos bailarines. Era el comienzo de una apasionada relación entre aquel fotógrafo, el futuro cineasta Carlos Saura , y un arte, el de la danza, que terminaría convirtiéndose en un fértil matrimonio. A él le dedica el Teatro Fernán Gómez una exposición (sobriamente titulada ' Carlos Saura y la danza '), que estará abierta hasta el 6 de junio; realizada en colaboración con La Fábrica, está comisariada por Ana Berruguete .
En la exposición se viaja desde aquellos años cincuenta hasta la actualidad (hay material de su película ' El rey de todo el mundo ', con la música y el baile mexicanos como protagonistas, pendiente de estreno) a través de fotografías, dibujos, carteles, libros, recortes de prensa y documentación diversa; la mayoría proviene del propio archivo personal del cineasta, que a sus 89 años (nació en Huesca en 1932) exhibe una envidiable vitalidad y locuacidad, amén de memoria y su habitual lucidez. «Ana ha arramblado con todo lo que ha encontrado -se quejó ayer cariñosamente Saura-, y de una forma desconsiderada a veces; sin ningún pudor».
«El baile es innato en el ser humano -justificó el cineasta su fascinación confesada por la danza-; todos hemos bailado en algún momento de nuestra vida, lo llevamos dentro del cuerpo. Es un milagro que se ha producido a través de todas las civilizaciones, y permanece».
Si se habla de la relación de Carlos Saura con la danza, hay un arte, el flamenco, y un creador e intérprete, Antonio Gades , que hay que escribir con letras mayúsculas. El cineasta y el coreógrafo formaron en la década de los ochenta un tándem que marcaría un antes y un después del baile flamenco, especialmente en su proyección internacional, pero también en las posibilidades creativas de este arte. Su trilogía cinematográfica -' Bodas de sangre ', ' Carmen ' y ' El amor brujo '- abrió nuevas vías para otros creadores, tanto en el cine como en la danza teatral. A esta relación, lógicamente, se dedica una parte importante de la exposición: fotografías de los rodajes, bocetos de la escenografía, los trajes que vistió el propio Antonio Gades y Cristina Hoyos en las versiones teatrales de 'Bodas de Sangre' y 'Carmen', respectivamente -Saura codirigió este espectáculo-; la caja de maquillaje del bailarín, y los emblemáticos espejos, que son uno de los sellos del cineasta aragonés, conforman este apartado de la exposición.
Pero el idilio de Saura con el flamenco no se limita a su trabajo con Gades. El cineasta ha rodado también 'Sevillanas', 'Flamenco', 'Salomé' -con la bailarina Aída Gómez -, 'Iberia' y 'Flamenco, flamenco', además de dos espectáculos escénicos junto a Valeriano Paños y Rafael Estévez . «El flamenco es un invento genial y puramente español; no hay nada igual en todo el mundo. Si hay algo totalmente autóctono en este país, es el flamenco. Desde que Lorca y Falla organizaron en 1922 el Concurso de Cante Jondo se empezó a tomar muy en serio. Es una maravilla. Tiene una cosa mágica. Viene del pasado -un pasado ilustre y complicadísimo seguramente-, está proyectado en el presente, y tiene un futuro maravilloso, porque se puede renovar. Una de las cosas que hace vivo al flamenco -y ahí están figuras como Israel Galván o Rosalía - es su capacidad de modernización; se pueden hacer muchas cosas con él... Ahora, hay que tener talento, como tenía Antonio Gades. ¡Viva el flamenco!»
El flamenco ha sido su amor más prolongado, pero en su cine también ha rendido homenaje a otras danzas y folclores, como el argentino -'Tango' y 'Zonda'-, el portugués -'Fado'-, el mexicano -'El rey de todo el mundo'- y el más cercano a él, el aragonés: 'Jota'. Todas ellas se recuerdan en la exposición de homenaje a un cineasta que asegura que no es amigo de mirar al pasado y que no tiene tampoco intención de jubilarse, «Estamos preparando una serie sobre Lorca para televisión », anuncia.