Un canto contra el pesimismo y por la libertad
Todos hablaron de optimismo: unos, del que se respira en Venezuela, y otros lo pidieron para España
![Los Reyes, acompañados por Catalina Luca de Tena y Santiago Bergareche, contemplan, el jueves tras la cena, una imagen con la portada de la edición del día siguiente de ABC](https://s1.abcstatics.com/media/cultura/2015/12/12/reyes-portada-abc_xoptimizadax--620x349.jpg)
La casualidad, o sencillamente los imponderables de las agendas institucionales, quisieron que la 95 edición de los Premios Mariano de Cavia, Luca de Tena y Mingote , se celebrara en la Biblioteca de ABC justo en la noche del ecuador de la campaña electoral. Era, pues, inevitable que en torno a los Cavia, la fiesta del periodismo con más arraigo y prestigio de nuestras letras impresas, se congregaran múltiples corrillos en los que ebullían elucubraciones y pronósticos sobre los resultados del 20-D . O sobre triunfadores y derrotados de los debates televisados entre candidatos. También la fortuna -mejor aún, el peso de la democracia real- quiso que los premios se convirtieran en un formidable canto a la libertad y a un futuro de optimismo para España. También, en un homenaje a una Venezuela que ha dado en las urnas el primer paso de una nueva transición para sacudirse 17 años de chavismo y abusos contra la Justicia.
Por segundo año consecutivo como Reyes de España, Don Felipe y Doña Letizia presidieron la entrega de unos galardones que, encarnan -así lo recordó Su Majestad durante su discurso- «el periodismo libre, riguroso y de calidad», como instrumentos «contra el uso demagógico o perverso de la información, así como contra el abuso del poder o de quien pretenda sojuzgar derechos y libertades».
Asumir el riesgo
El periodista Carlos Herrera subió al atril de la Biblioteca, para recibir el Cavia de manos de Don Felipe, exultante y enfundado en un esmoquin de diseño en terciopelo y con un lazo de lunares pequeños, que contrastaba, «asumiendo el riesgo, pero sin perder un ápice de elegancia» -repetía con humor el comunicador-, con el clasicismo de la indumentaria del Rey, chaleco de esmoquin incluido.
Don Felipe elogió de Javier Barcáiztegui su brillante capacidad para aunar «el arte y la afición cinegética» en consonancia con las virtudes de la naturaleza
Posteriormente, lo hicieron los otros dos premiados: el presidente editor del diario venezolano «El Nacional», Miguel Henrique Otero, sobre quien recayó el Luca de Tena por su trayectoria en la defensa de los postulados democráticos y las libertades fundamentales, aun en los peores momentos de persecución al periodismo independiente en la etapa chavista; y Javier Barcáiztegui, «Barca», premio Mingote por una viñeta publicada en la revista «Trofeo», y de quien Don Felipe elogió su brillante capacidad para aunar «el arte y la afición cinegética» en consonancia con las virtudes de la naturaleza. Ese es precisamente el mérito que le atribuyó el jurado, presidido por el director de la RAE, Darío Villanueva, e integrado por Íñigo Méndez de Vigo, Pilar Cernuda, Lord Garel-Jones y Ramón Pérez-Maura.
Ante los maestros
Previamente a la entrega de los premios, y a la cena en honor de Herrera, Otero y Barca, los Reyes habían departido con los invitados en un aperitivo ante la mirada retratada de Azorín, Cela, Pemán, Camba, Paz… Todos aquellos maestros de las letras que en 113 años de historia de ABC han merecido, por sus dotes literarias y capacidad de influencia, un lugar de privilegio en la historia de nuestro periodismo. Doña Letizia expresaba su satisfacción por estar de nuevo acompañando a ABC en la noche anual más simbólica del diario. Esa velada que concluye siempre con un brindis, copa en alto de los casi 200 asistentes, «por el Rey».
En torno a los Reyes se conformaron numerosos corrillos. A la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, y a los ministros Méndez de Vigo e Isabel García Tejerina, se les pedía de forma unánime un pronóstico de las urnas. Prudencia obliga a media campaña, pero fueron optimistas. «¿ Más de 125 escaños para el PP ? ¿Y más de 130? ¿Más…?» «No digo nada, que luego todo se sabe… pero irá bien». «Vicepresidenta, mójese… ¿Más de lo que prevé el CIS? Tras un «silencio administrativo», su media sonrisa y las felicitaciones que recibía por su papel en el debate a cuatro televisado el pasado lunes, en su respuesta se intuía un «sí» optimista. El mismo que prevén portavoces del PP como Pablo Casado, Xavier García Albiol o José Ramón García Hernández: «La campaña va bien, e irá mejor desde ahora. Con más propuestas y anuncios», pronosticaban tras saludar a la presidenta del PP madrileño, Esperanza Aguirre, o a Ana Botella, exalcaldesa de Madrid. «Vicepresidenta, ¿ese “sí” -se le amagó con preguntar provocativamente gracias al ambiente distendido-, es intuición fe-menina (un juego de palabras alusivo a la supuesta «operación Menina» para una hipotética sustitución de Mariano Rajoy?». Ahí quedó la broma.
«¿Más de 125 escaños para el PP? ¿Y más de 130? ¿Más…?» «No digo nada, que luego todo se sabe… pero irá bien»
Al lado, el presidente de IAG, Antonio Vázquez, charlaba con Alberto Ruiz-Gallardón y su esposa, Mar Utrera. Pero no de política, «porque fuera de la política también se está muy bien», admitía el exministro. Su común afición por la ópera retrataba un perfil muy elogioso del último «Rigoletto», que contrastaba con algunos comentarios sobre la mejoría de la economía en otro círculo a cargo de Elvira Rodríguez (CNMV), Isabel Tocino (Santander), la Defensora del Pueblo, Soledad Becerril, o la delegada del Gobierno en Madrid, Concepción Dancausa. Detrás, el presidente del Tribunal Constitucional, Francisco Pérez de los Cobos, y el magistrado Pedro González Trevijano, admitían su satisfacción por que la institución haya dejado zanjada en tiempo récord su sentencia contra el desafío secesionista de Cataluña.
Otros corrillos expresaban también su inquietud por la incertidumbre de la campaña electoral. En las conversaciones, la coincidencia en hacer valoraciones decepcionantes sobre la campaña de Pedro Sánchez en el PSOE concluían con la necesidad de que se repusiera, por ejemplo, frente a la pujanza de Podemos. La presidenta-editora de ABC, Catalina Luca de Tena; el presidente de Vocento, Santiago Bergareche; el consejero delegado, Luis Enríquez, y el director de ABC, Bieito Rubido, fueron dando la bienvenida al acto, entre otros, a Rafael del Pino, presidente de Ferrovial, y a varios directivos de la constructora; a Ángel Ron (Popular), Rodrigo Echenique (Santander), José Manuel Vargas (AENA), Antonio Garrigues Walker o al rector de la Complutense, Carlos Andradas. Entre saludos, también comentaban aspectos de la actualidad Benigno Pendás, Raúl del Pozo, Carmen Posadas, José Félix Pérez-Orive, Carlos Espinosa de los Monteros, el duque de Alba o Nemesio Fernández-Cuesta. El abogado sevillano Joaquín Moeckel, en amena charla con el torero Enrique Ponce, Victoriano Valencia, Álvaro Ybarra, David Gistau, Andrés Amorós o José Antonio Naranjo, relataba cómo por octava vez ha tenido que limpiar personalmente la estatua a Curro Romero junto a la Maestranza sevillana, que ha sido rociada de pintura roja en un nuevo acto vandálico de los antitaurinos. «Llevo toda la vida limpiando varales de plata, y nadie me va a decir a mí cómo debo hacerlo», se lamentaba Moeckel por la tardanza del Ayuntamiento sevillano en arreglar el estropicio. Al lado, el presidente de Cope, Fernando Giménez Barriocanal, junto a Rafael Pérez del Puerto, no cesaban de recibir parabienes por los datos que el EGM ha arrojado para esta cadena de radio, en la que colabora Irene Villa, también presente en el acto.
En los discursos de los premiados, múltiples agradecimientos… En especial, a ABC por sus informaciones y su implicación con las libertades en Venezuela. «En la nueva Venezuela les esperamos», enfatizó Miguel Henrique Otero, entre aplausos de asistentes como Luis Enrique Alvarado -muy preocupado por el avance del populismo de extrema izquierda en España- la diputada del PP Cayetana Álvarez de Toledo; o Leopoldo López Gil, padre del líder opositor aún encarcelado en ese país. El recuerdo a todos los represaliados políticos del chavismo fue unánime.
El esmoquin «fosforescente»
Y surgieron -era inevitable- los clásicos fósforos de Herrera. Algún invitado quiso indagar en si su esmoquin era «fosforescente» (dícese de «lo que emite luz después de haber cesado su exposición a la fuente luminosa»). Pero no se atrevió. El Rey, eso sí, le retrató como un «espontáneo y optimista con bastantes más fósforos que complejos ». Herrera pronunció un discurso cargado de ironía y desenfado basado en el aserto de que «en España hay más tontos que botellines». Por eso, exigió silencio a los «cenizos» y vía libre a los optimistas, y pidió que nuestra nación crea en sí misma sin complejos. «Y ahí, lo estáis bordando, Señor», espetó al Rey.
Pasado mañana, en la apoteosis de esos lunes que siempre ensalza, y ya sin el guión que exige la etiqueta pero con la marca del mejor periodismo, Carlos Herrera se pondrá ante el micrófono otra vez con villancicos flamencos, aires de Raya Real, guiños de Triana o tambores y cornetas de pasacalles navideños con aroma a incienso y cofradías. Quién sabe. Improvisará… Pero ahora ya lo hará con el Cavia cincelado en su voz. Pura orfebrería radiofónica.