El Arte Pop: la astucia de aprovechar «la dictadura del algoritmo» para viralizar el arte en redes sociales

Manu Palmer lleva la cuenta que poco a poco va consiguiendo que sus post se vuelvan virales como ha ocurrido con los relativos al asesinato de Samuel Luiz el pasado año, la canción de 'Ay Mamá' de Rigoberta Bandini y el 'Motomami' de Rosalía

Manu Palmer, creador de El Arte Pop Cedida a ABC
María Lozano

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El Arte Pop nació en 2014 originalmente en un blog de Tumblr, pero su creador, Manu Palmer , un joven madrileño de 29 años, se ha ido adaptando a los tiempos y ahora la cuenta ya está en Facebook, Tik Tok e Instagram. Esta última es su principal activo, donde tiene 135.000 seguidores y comparte sus diseños en los que mezcla arte pictórico y una frase de una canción popular que refleja el mensaje del cuadro.

«Me basé en una idea que ya estaba en Estados Unidos, en el blog Fly Art, que hacía arte pictórico combinado con frases de canciones de hip hop. Yo pensé que era una muy buena idea, así que empecé con canciones 'indies'. Luego llegó un punto en el que me di cuenta de que lo que importaba era la canción y no tanto el estilo, así que me abrí a cualquiera: pop, reguetón... lo que considero que puede encajar lo hago», explica Palmer.

'La gran ola de Kanagawa' del artista Hokusai con la frase 'Como una ola', título de la famosa canción de Rocío Jurado o 'El nacimiento de Venus' de Sandro Botticelli con la palabra ' Motomami ', el último disco de Rosalía son solo unas de sus últimas creaciones. Un ejemplo de cómo intenta que el arte más clásico se mezcle con creaciones mucho más actuales en comparación con la fecha de la que datan las obras iniciales.

El artista virtual -así se define Palmer- aprovecha «la dictadura del algoritmo» para viralizar todavía más su contenido. Ocurrió con 'Ay Mamá' días antes de que se celebrara el Benidorm Fest y también con Rosalía, cuyos post tienen más interacciones que la media de su cuenta.

Pero, ¿de dónde le viene al artista esta vocación si no ha estudiado nada parecido? «Mi padre trabaja en el museo Reina Sofía y cuando era pequeño había muchos cuadros en casa . Cuando me aburría me ponía a verlos. De alguna manera me ha servido para poder crear ciertos diseños, igual estos recuerdos que tengo en el disco duro me ayudan a poder hacer la relación entre la imagen y la canción», recuerda.

De ahí que su subconsciente le ayude hasta en los sitios más insospechados. «Uno de los post que más éxito y repercusión ha tenido se me ocurrió en la ducha» , confiesa. Se refiere al diseño que realizó tras el asesinato de Samuel Luiz el pasado año. «Intento que la marca sea muy social, que no sea solamente el 'like' por el 'like'. Llevaba varios días pensando que tenía una plataforma con miles de seguidores en Instagram y creía que debía hacer algo y se me ocurrió manipular 'La Libertad guiando al pueblo' de Delacroix y cambiar la bandera francesa por la LGTBIQ+ . Tuvo un exitazo enorme en relación a las cifras que suelo manejar».

El 'boom' de la cuenta sucedió antes, cuando la red social permitió que los post se pudieran compartir en las 'stories', publicaciones que duran solo 24 horas. No obstante, no todo es positivo en las redes sociales. Cuando subió el vídeo de 'Ay Mamá' ilustrando la canción con cuadros en los que salían pechos femeninos, en Instragram pasó el filtro de la censura , pero no corrió la misma suerte en Tik Tok. «Tuve la cuenta bloqueada por incitar actividades sexuales. Es muy difícil si las plataformas te censuran un pecho femenino aunque sea un arte pictórico es una traba más», critica.

A pesar de estos baches, el vídeo de 'Ay Mamá' tuvo 3 millones de visualizaciones y más tarde se animó a hacer otro más extenso que también tuvo mucho éxito (1,2 millones). «Se hizo hiper viral, lo compartió la propia Rigoberta… De hecho hubo mucha gente que le pedía que pusiera por detrás en la actuación el vídeo», desvela.

«El alcance que tiene la cuenta me motiva mucho, pero es verdad que llevar todo yo solo es difícil y más en este país, donde ser autónomo es muy sacrificado», lamenta. Además de la cuenta original, Palmer gestiona otra llamada El Meme Pop -algo parecido a la principal pero con frases célebres y no con canciones- y la tienda en la que vende productos con sus diseños impresos.

Al margen de lo que gana con la tienda online, Palmer lo hace «por amor al arte» , ya que no saca apenas ningún rendimiento a Instagram. «Mucha gente se sorprende de que no consiga rendimiento económico con las redes a pesar de tener tantos seguidores, pero así es. Igual que empecé, sé que esto tendrá fecha de caducidad », concluye el artista.

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