El arquitecto japonés Shigeru Ban, premio Princesa de Asturias de la Concordia 2022
El jurado destaca «su contribución solidaria al proporcionar refugio en condiciones dignas a personas en situación precaria» y su trabajo, «guiado siempre por valores humanitarios»
Es la primera vez que el premio Princesa de Asturias de la Concordia es concedido a un arquitecto . La trayectoria de Shigeru Ban se viene distinguiendo desde hace mucho tiempo por su compromiso con las situaciones de emergencia causadas por desastres naturales o conflictos .
Recientemente, ha estado activamente implicado en la asistencia a los refugiados y víctimas de la guerra que está teniendo lugar en Ucrania . Un sencillo y económico, pero estructuralmente muy sólido, sistema de divisiones hechos con cilindros de papel tratados con poliuretano está proveyendo de pequeños ámbitos de intimidad en los lugares habilitados para ellos tanto allí como en los países vecinos que están acogiéndolos. Es un sistema que ya en anteriores ocasiones, como los terremotos que asolaron las localidades japonesas de Kumamoto y Hokkaido en 2016 y 2018, sirvió para proporcionar con extrema urgencia ayuda a personas sumidas en un estado de profundo trauma y sufrimiento.
Este galardón viene a reconocer el trabajo de este arquitecto, nacido en Tokio en 1957 y formado en Nueva York, «guiado siempre por valores humanitarios» y que «ofrece el ejemplo de una arquitectura sostenible con el empleo de materiales reciclados», como ha destacado el jurado que se lo otorga.
Carpintero
Ban explica que la inclinación por los materiales de bajo coste , locales y reutilizables (plástico, madera, tela, papel, cartón…) surgió de manera natural en sus comienzos. No resulta meramente anecdótico el hecho de que pasara su infancia y parte de su adolescencia convencido de que, de mayor, tomaría el oficio de carpintero . La construcción de una maqueta de una casa como tarea asignada para la asignatura de arte fue el estímulo que despertó en él el interés por la arquitectura, que se potenciaría aún más al conocer la obra construida y teórica de John Hejduk .
A lo largo de sus ya casi cuarenta años de trayectoria ha desarrollado un conocimiento sobre ese tipo de materiales que le ha capacitado para trabajar con ellos construyendo museos, edificios corporativos, viviendas privadas, bibliotecas, locales comerciales, iglesias, pabellones… y proveer de esas eficientes soluciones de emergencia desde que en 1994 diseñase un modelo de viviendas temporales para refugiados ruandeses .
Desde 1995, Ban es asesor del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados y en ese mismo año fundó Voluntary Architects Network (VAN), cuyo objetivo es construir viviendas temporales para ayudar a los afectados por catástrofes.
Autor de edificios tan destacados en la cronología reciente de la arquitectura como la Iglesia de Papel en Kobe (1995) la Cúpula de Papel (1998), el Pabellón de Japón para la Expo de Hannover, (2000), el Teatro de Papel en Ámsterdam (2003), el Museo Nómada de Nueva York (2005), el Centro Pompidou Metz (2010) o el Museo Nacional de Arte de Aspen (2014), cuando hace ocho años recibió el premio Pritzker manifestó: «Debo seguir escuchando a las personas para quienes trabajo, tanto si se trata del encargo de una casa particular como en mi trabajo de ayuda en casos de desastre».
Su labor ha seguido integrando de manera activa esos dos frentes, centrado en la búsqueda de nuevas formas de construir las cosas; algo que, en sus propias palabras, permite liberar al trabajo de la influencia de los flujos transitorios de las modas, sólo con las necesidades humanas como constante y genuino foco central : y demostrando con edificios como el auditorio en L’Aquila en 2011 y la Catedral de Cartón en Christchurch construida en 2013 (ambos levantados poco después de que estas ciudades fueran devastadas por sendos terremotos) la capacidad de la arquitectura para contribuir a reparar la vida humana , individual y colectivamente.
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