Un archivo para preservar el legado de cien destacadas figuras de la cultura

Las entrevistas, de unas diez horas de duración, podrán verse (íntegras o reducidas) en distintos formatos: plataformas digitales, documentales, podcasts y libros

Alberto García-Alix, durante la entrevista

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Qué lujo hubiera sido poder disfrutar de la grabación de una entrevista a fondo, en profundidad, de Lorca. Pero tenemos que conformarnos con leer sus libros. Hoy se ha presentado en CaixaForum Madrid el 'Archivo de Creadores' , un proyecto audiovisual cuyo objetivo es preservar y transmitir nuestro patrimonio inmaterial . Concretamente, el legado de cien destacadas figuras de distintos campos de la cultura: cine, arte, literatura, filosofía, diseño, arquitectura, gastronomía... La idea es sencilla: realizar a cada uno de ellos una entrevista de unas diez horas de duración , en la que los protagonistas hablan en primera persona, directamente a cámara, sobre su vida, su trabajo, sus ideas y valores, su forma de ser, su mirada del mundo. Los primeros seleccionados han sido Juan Mari Arzak, Isabel Coixet, Alberto García-Alix, Antonio López, Antonio Muñoz Molina, RCR Arquitectes (Rafael Aranda, Carme Pigem y Ramón Vilalta), Fernando Trueba y Patricia Urquiola.

El resultado se verá en distintos formatos. Por un lado, las conversaciones íntegras estarán disponibles en CaixaForum+, una plataforma digital de la Fundación La Caixa que se pondrá en marcha en unos meses. Por otro, habrá documentales y podcasts de cincuenta minutos (un resumen de lo mejor de esas diez horas de conversación), cuyas primeras entregas se estrenan este mismo viernes en Amazon Prime Video y Audible. Y habrá un tercer formato, en el que las entrevistas aparecerán transcritas en libros editados por La Fábrica. Un proyecto que responde a los nuevos modos de consumir cultura.

Los entrevistados hablan mirando directamente a cámara . Suele haber dos o tres cámaras grabando. Como mediador en cada una de las entrevistas, un periodista, que no aparece en imagen, aunque en algunos momentos se le escucha realizar las preguntas. El cuestionario es abierto y no es conocido previamente por el entrevistado. De momento, ninguno ha vetado temas a tratar. Eso sí, el más reticente era el fotógrafo Alberto García-Alix, que ha acudido hoy a la presentación. Explica que siente un gran pudor a la hora de ponerse a hablar ante una cámara: «No he visto la entrevista. No puedo, me supera, me causa rechazo». Aunque la duración media de las entrevistas es de diez horas, las ha habido más largas (Antonio López y García-Alix estuvieron conversando unas 11 horas) y más cortas (Arzak, unas seis horas). En cuanto a la selección de los entrevistados, se ha querido que no sean estrellas pasajeras , ni que estén centradas en las últimas etapas de los creadores.

Un visionado de apenas tres minutos de cada entrevista... y la cosa promete. Para Fernando Trueba , «hacer una película es juntar a la banda». Para Isabel Coixet , «las películas son mensajes secretos que unos tiran al mar». El pintor Antonio López , que confiesa «estar hecho de cachos de los demás», cree que «el arte está por encima de todo. Es algo sagrado, lo que queda. Ha ocupado el lugar de la religión. Juan Mari Arzak cuenta que su madre no quería que fuera cocinero y hasta tuvo que falsificar unas firmas para entrar en la Escuela de Hostelería. ¿Cómo quiere que le recuerden? «Como cocinero vasco». El padre de Antonio Muñoz Molina también tenía otros planes para su hijo: trabajar en la huerta familiar. Pero tuvo la 'mala idea' de regalarle una máquina de escribir y todo cambió. Para Muñoz Molina, «un escritor es como un chapero, como un chamarilero. Leer a Lorca, Miguel Hernández, Neruda o Alberti fue, para él, como una explosión mental. Algo arrebatador, intenso, una especie de borrachera».

«Todo empieza con un sueño», dicen los miembros de RCR Arquitectes , con sede en Olot, quienes pensaron dejar la profesión tras ganar el Pritzker. ¿Y ahora qué?, se preguntaban. Pero decidieron seguir igual, que no cambiara nada. Alberto García-Alix se creó su propio universo fotográfico: se compró una Hasselblad de segunda mano y montó su propio laboratorio. «Las drogas pueden con el amor, con el dolor, y destruyen toda ambición de ser. Esa fue mi lucha», comenta el fotógrafo. «No tengo nada claro, sigo con la misma inseguridad, en busca de respuestas. Soy un perdedor, por eso retrato tanto, por dignidad ».

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