Alertan sobre el riesgo de derrumbe de una presa del siglo XIII en Navarra
El dique de Santa Engracia entra en la lista roja de Hispania Nostra, junto con una ermita románica de Viana
La presa de Santa Engracia, construida en el siglo XIII en Pamplona, acaba de ser incluida en la Lista Roja del Patrimonio de la asociación Hispania Nostra junto con la ermita de San Andrés de Longar de Viana, también en Navarra, por su estado de abandono y el riesgo de colapso que presentan.
Este dique levantado con piedra de sillería en el meandro del río Arga que se conoce por el nombre de Trinitarios, junto al puente de San Engracia, servía al molino harinero municipal. Fue realizado con mampostería y refuerzos internos de madera y su trasdós está protegido por un entablamiento de madera de roble. A lo largo de los siglos se han efectuado diversos arreglos en esta construcción que se apoya contra el puente, aprovechando su ojo oeste para el paso del canal del molino. En 2015 se eliminaron las instalaciones de la empresa 'Industrias del Caucho' que se ubicaron sobre el canal original del molino en 1942 y se rehabilitó este espacio, pero según destaca Hispania Nostra, «se encuentra en estado de ruina».
Hace tres años, en 2018, la presa sufrió una pequeña rotura que con el paso del tiempo se ha ido agrandando. «Si no se actúa pronto, las próximas crecidas del río ocasionarán la destrucción de esta presa histórica de Pamplona», advierten desde la asociación de defensa del patrimonio. En documentación del siglo XIII se citan tanto el puente, como el molino y la presa, que recibieron el nombre de Santa Engracia por un desaparecido convento de las Clarisas que hubo en su proximidad.
Una ermita del siglo XII semienterrada
La Lista Roja que engloba cerca de 850 monumentos españoles que corren el riesgo de desaparecer se ha engrosado además con otro monumento navarro: el de la ermita de San Andrés de Longar, en Viana. Datada en el siglo XII, aunque sin protección legal específica, «se encuentra totalmente abandonada y en los últimos 10 años el deterioro ha sido demoledor», advierten desde Hispania Nostra.
En la actualidad solo quedan restos de su planta y de parte del muro del evangelio, que está prácticamente cubierto de vegetación. En origen fue una modesta edificación románica de un solo tramo rectangular con cabecera semicircular. Lo más destacable de los restos de esta ermita es la forma en que fue construida, aprovechando el desnivel del terreno. Por esa razón es difícil ver desde el exterior el muro del evangelio, ya que está enterrado.
Longar fue uno de los pequeños núcleos de población que conformaron la localidad de Viana a partir del fuero de Logroño en 1219. Aunque los datos son escasos, se sabe que hubo una disputa relativa a esta ermita en 1193 entre el obispo de Calahorra y la iglesia de Santa María de Nájera. El lugar quedó despoblado durante la guerra con Castilla en 1378 y la ermita fue abandonada.