El IGN aclara que con sus datos no se ha podido ubicar el Templo de Hércules bajo el agua de Sancti Petri
El Instituto Geográfico Nacional remarca que el modelo digital del terreno utilizado en la investigación se confeccionó a partir de información Lidar topográfica y «no puede conseguir datos válidos» en superficies semiinundadas o láminas y masas de agua

Si el Templo de Hércules yace bajo las aguas del caño de Sancti Petri, en Cádiz, serán otras evidencias las que lo determinarán en un futuro, pero no los datos del Instituto Geográfico Nacional en los que basó en parte su hipótesis el equipo integrado por personal de la Universidad de Sevilla, del CSIC y del Instituto Andaluz de Patrimonio Histórico. El IGN aclara en un comunicado remitido a ABC que la imagen del modelo digital del terreno MDT05 utilizada en dicha investigación «no puede conseguir datos válidos» en « superficies semiinundadas o láminas y masas de agua ».
Ningún modelo digital del terreno (MDT), como su propio nombre indica, está concebido para ser explotado bajo el agua, pero este hecho «es más evidente cuando el MDT se ha confeccionado, como en el caso del MDT05 primera cobertura, a partir de datos Lidar topográficos », subrayan desde el instituto. Tal como explicaron ocho expertos en teledetección aplicada en arqueología a este periódico el pasado enero, para sacar conclusiones sobre tales espacios debería haberse utilizado un Lidar o sonda batimétricos.
En las superficies inundadas donde el Lidar topográfico no recoge retorno de la señal, porque «no existen datos o no se pueden obtener valores válidos», el IGN explica que para facilitar el uso de los modelos digitales del terreno «se aplican diversas técnicas de edición interactiva supervisada» que « pueden provocar la aparición de ciertos artefactos topográficos ».
«La delimitación de dichos espacios está perfectamente definida y corresponden a zonas que, en consecuencia, quedan sabidamente fuera del alcance de la validez de un MDT », remarca el Instituto Geográfico Nacional.
«No tiene competencias en arqueología»
Según explicó a este periódico el equipo que busca el Templo de Hércules en Sancti Petri , desde que se identificaron las estructuras hace aproximadamente un año han mantenido «contacto constante» con el IGN, «intercambiando datos e impresiones con sus técnicos y directivos acerca de la ya célebre imagen».
«Les hemos pedido que repliquen la zona MDT y les ha sido imposible de momento», insistió el investigador Ricardo Belizón el pasado 1 de febrero en la mesa redonda 'De Estrabón a la teledetección. Nuevas propuestas sobre el paisaje del entorno de San Fernando en la antigüedad', organizada por la Real Academia de San Romualdo en Cádiz, según señala La Voz de Cádiz .
El instituto destaca por su parte en el comunicado que « no tiene competencias ni desarrolla actividad alguna en el ámbito de la arqueología » y que la posibilidad o idoneidad del uso de unas coberturas de datos u otras en un determinado ámbito profesional especializado «debe, lógicamente, ser valorada por los profesionales de dicho ámbito».
«El IGN, en todo caso, puede facilitar la correcta interpretación de las cualidades y características técnicas de los datos que ofrece», añaden.
El Instituto Geográfico Nacional coordina desde hace años el desarrollo del Plan Nacional de Observación del Territorio (PNOT), en colaboración con otros agentes de la Administración General del Estado y de las administraciones autonómicas, para la obtención de coberturas de datos geoespaciales con propósito multidisciplinar. Dentro de este programa se desarrolla el Plan Nacional de Ortofotografía Aérea (PNOA), con el que se obtienen coberturas periódicas de todo el Estado de vuelos fotogramétricos, ortofotografía aérea, vuelos Lidar topográficos y modelos digitales del terreno.
Desde esta institución aseguran que «la fiabilidad de todas las referidas coberturas periódicas está asegurada por los procesos de control de calidad que se desarrollan para comprobar el cumplimiento de sus especificaciones técnicas sobre el terreno» y señalan que la información geoespacial que ofrecen o que estas coberturas permiten generar se utiliza «profusamente» por las administraciones públicas, empresas y particulares.
Su responsabilidad se limita a producir y poner a disposición de usuarios públicos y privados, a través del Centro Nacional de Información Geográfica, así como en explotarla para obtener sus series cartográficas. En interpretaciones arqueológicas no entran.
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