La abstención del PP salva la ley audiovisual del PSOE con todo el cine español en contra

Podemos, tras amagar con votar en contra, se abstiene y abre una nueva grieta en el Gobierno de coalición

Iceta, señalado por los productores independientes, asegura que «no se retrocederá nada en el peor de los casos»

Almodóvar, Icíar Bollaín y Álex de la Iglesia, entre los 500 firmantes del manifiesto contra la ley audiovisual

Manifestación del cine independiente frente al Congreso JOSÉ RAMÓN LADRA

Ni la movilización de todo el cine español ni la presión de sus socios habituales impidió ayer que el PSOE sacara adelante la ley audiovisual en el Congreso, con la polémica enmienda que ha puesto en pie de guerra a los productores independientes. Fue posible gracias a la abstención del PP, que aunque se mostró muy crítico con una ley de «difícil cumplimiento», argumentó que España debe cumplir con Europa, y esta norma llega con más de un año y medio de retraso. Es la segunda vez en una semana que el PP salva una iniciativa del Gobierno tras ser rechazada por sus socios parlamentarios. Podemos, que estos días amagó con tumbar la ley por el «atropello» al cine independiente, finalmente se abstuvo, en la primera votación de un proyecto legislativo en la que los partidos que se sientan en el Consejo de Ministros votan distinto. A la nueva grieta abierta en el Gobierno de coalición se suma el enfado de ERC, que cargó con dureza contra el PSOE.

Este fue el último obstáculo de una iniciativa en la que el Gobierno, desde el principio de la tramitación, se ha enfrentado a múltiples dificultades para conjugar los intereses de las grandes plataformas de ‘streaming’, a las que el Ejecutivo quiere acercar a España con condiciones muy favorables, las televisiones tradicionales, los productores y partidos como ERC y PNV que han luchado por cuotas lingüísticas en los catálogos . Los perdedores han terminado siendo los más débiles, los productores independientes, que ven en esta ley «una sentencia de muerte para la industria audiovisual española tal y como la conocemos».

El texto que el Congreso envió al Senado para su aprobación definitiva recoge una definición de productor independiente que permitirá que las empresas asociadas a las grandes corporaciones puedan acceder a ayudas económicas como si fueran independientes siempre y cuando no vendan estos productos solamente a su empresa matriz. Según los productores, que en las últimas horas han recibido el apoyo de más de medio millar de figuras del cine, entre ellas los hermanos Almodóvar o directores como Icíar Bollaín o Álex de la Iglesia , esta reforma introducida a última hora por el PSOE «impulsa una mayor concentración de la industria, en torno al duopolio actual (Grupo Atresmedia y Mediaset España) y las grandes plataformas multinacionales».

Las quejas del sector motivaron que, después de haber apoyado en Comisión el texto, Podemos y ERC pactaran con Bildu una enmienda transaccional para volver al artículo inicial, pero PSOE y PP votaron en contra de la iniciativa. Sofía Castañón , de Podemos, pidió al Gobierno que rectificara, sin éxito, por lo que terminaron absteniéndose. ERC acusó al Ejecutivo de «dinamitar» el acuerdo y votó en contra, igual que Bildu. El PNV, en cambio, se dio por satisfecho con la protección de la autonomía de la televisión vasca y la presencia del euskera, y votó a favor. PP y Cs se abstuvieron. Vox, que rechazó la ley, dijo que la nueva ley audiovisual es «antigua», como «antiguo es darle poder a las cadenas para que les hagan la campaña». También votaron en contra Navarra Suma, CUP, Bildu, BNG, Compromís, Junts per Cataluña y PDeCAT. En total, el dictamen recibió 130 síes, 83 noes y 131 abstenciones.

Lo que los grupos parlamentarios pasaron por alto es otro de los puntos que el sector del cine ha lamentado estos últimos días: que mientras que otros países han adaptado la directiva europea obligando a las grandes compañías a financiar a la producción europea e independiente con un 20 por ciento o un 17 por ciento de sus ingresos generados, como ha ocurrido en Francia o Italia, el Gobierno español ha reducido este porcentaje al 5 por ciento. El 70 por ciento de ese trozo del pastel debe destinarse a producciones independientes nacionales en español o las lenguas cooficiales. Estas inversiones son las que el cine independiente va a ver reducidas con la nueva definición.

La ley sí incluirá la inversión de 15 millones para la producción de contenido en catalán y demás lenguas cooficiales que ERC le arrancó al Gobierno a finales de 2021 a cambio de aprobar los Presupuestos. Las asociaciones de productores, que por primera vez en años se han reunido en torno a una misma causa, van a seguir luchando por revertir esta situación durante la tramitación del Senado. Incluso amenazan con pedir amparo a Bruselas porque la norma «va contra la directiva», que busca «proteger al productor independiente y la diversidad cultural».

El ministro, en Cannes

El ministro de Cultura, Miquel Iceta , ha asistido a todo este embrollo desde la barrera, amparado en que la ley es competencia del Ministerio de Asuntos Económicos y Transformación Digital. Solo ayer, después de que el sector lo señalara directamente por su inacción, por fin se posicionó. Lo hizo desde el Festival de Cannes . «Quiero lanzar un mensaje: en ningún caso vamos a retroceder. Vamos a avanzar más o mucho más y la línea que está siguiendo el Gobierno de incrementar ayudas, apoyo al cine español, va a seguir. Entiendo que sean duros conmigo. Es a veces muy difícil compatibilizar intereses contrapuestos: los de las plataformas, las televisiones privadas y la producción independiente, que también es diversa porque los hay más grandes y más pequeños. Para solventar esto estamos tramitando la ley. El proyecto que mandamos a la Cámara tenía ese equilibrio, el proceso de enmiendas ha cambiado y veremos cómo acaba».

Como si no fuera responsable de lo que ocurre en el sector, el ministro de Cultura dijo: «Hay un miedo a que las productoras asociadas a las televisiones ocupen el papel de la producción independiente: si ellos perciben ese riesgo, debe de existir, pero yo que no soy un gran experto no lo veo tan grande. En la ley no hay nada que no pudieran hacer ya esas productoras de televisión privadas y que no están haciendo. No se trata de pelearse por la tarta, sino de implementar la tarta. Yo no soy diputado. Solo me hago responsable del texto que lleve al Congreso, que es el que aprobó el Consejo de Ministros. Luego los grupos introducen cosas que tienen intereses contrapuestos. Desde luego, lo que tengo que hacer es velar por los intereses del cine y encontrar ese equilibrio para alcanzar un acuerdo».

Iceta, que se reunió con directoras y productores que estrenan películas en el certamen y acudió a las proyecciones de las películas de Albert Serra y Rodrigo Sorogoyen , insistió en que las ayudas al cine español han aumentado. Puso como ejemplo el Fondo de Protección de la Cinematografía y el Audiovisual, con ayudas por valor de 102,15 millones de euros, o los fondos europeos. Sobre las críticas de la asociación de mujeres cineastas CIMA, que se ven perjudicadas por la ley, el ministro dijo desconocer qué ha podido ocurrir: «Cuando salió el proyecto del Gobierno estaba meditado para que hubiero un incremento de posiciones de las mujeres en el cine».

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