La consagración del «portuñol»
Académicos uruguayos impulsan la candidatura de la mezcla de portugués y español como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad
El «portuñol» no es sólo una mezcla curiosa de portugués y español. Ha llegado a convertirse en un legado lingüístico a ambos lados del Océano Atlántico . Aquí se despliega en la amplia franja entre Lisboa y Madrid; su extensión sudamericana, en las proximidades de Brasil.
Y ahora un grupo de académicos uruguayos pretende llegar más lejos y se propone pedir que sea declarado Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por la UNESCO , al estilo de lo que ya se confirmó para el fado y el flamenco, por ejemplo.
Tanto es así que arranca este fin de semana un ciclo de conferencias en Montevideo (hasta noviembre) para ilustrar la importancia de esta tendencia popular , cada vez más arraigada y que responde a una realidad palpable: la que afecta a las zonas donde a los habitantes se les cruzan los dos idiomas.
Es el mismo caso que el fraguado en Estados Unidos con el «spanglish» , a causa del híbrido intoducido por los inmigrantes mexicanos y cubanos, fundamentalmente.
La declaración a nivel nacional debe producirse primero en el seno de Uruguay, que comparte frontera con Brasil, y después serían las autoridades de ese país las que acudirían a la organización internacional con sede en París.
Hablado por medio millón de uruguayos
La vertiente latinoamericana del «portuñol» es hablada por medio millón de uruguayos , aproximadamente, aunque también hay ciudadanos de otras nacionalidades que la utilizan: Bolivia, Perú, Argentina, Paraguay, Colombia y Venezuela.
Estamos ante un dialecto que se va transformando a medida que uno se mueve por los 1.000 kilómetros de frontera, sólo por remontarnos a la situación brasileñouruguaya.
La manifestación lingüística muestra un rostro mucho más «light» en Europa , aunque también crece el «portuñol» en áreas como Salamanca, Zamora, Galicia, Extremadura o Huelva.
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