Segunda Guerra Mundial
El misterio del mensaje enviado por los británicos mediante paloma mensajera el Día D
Norman Poole, el primer británico en pisar Francia durante el Desembarco de Normandía, ha muerto a los 95 años. Se ha llevado a la tumba el contenido de un texto que hizo llegar a sus mandos
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Norman Poole contaba con 24 años cuando, en la noche del 5 al 6 de junio de 1944 , aterrizó en la península de Cherburgo con otros cinco paracaidistas británicos. Su misión tenía el nombre en clave « Titanic IV » y buscaba engañar a los nazis para que creyeran que el desembarco de las tropas aliadas en Normandía se realizaría en otro lugar al previsto. Cuando se arrojó al vacío, este combatiente llevaba enganchada a su pecho una paloma mensajera que –ataviada con un escrito secreto para el servicio de espionaje de Churchill- soltó durante la misión, sin previo aviso.
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¿Qué contenía el mensaje? ¿Planos secretos? ¿Una orden determinada? Lo cierto es que es un misterio que jamás conoceremos, pues Poole ha fallecido estos días llevándose consigo el secreto a la tumba. Así lo afirman varios diarios internacionales como el « Daily Telegraph », donde también se explica que este británico siempre fue muy reacio a contar los pormenores de su participación en la guerra y, salvo una entrevista que coincidió cuando era más joven, siempre se negó a aparecer ante los medios. Fuera como fuese, lo cierto es que este soldado pasará a la historia por ser el primero de su país en pisar Francia durante el Desembarco de Normandía.
Una paloma misteriosa
Para entender la curiosa historia de Poole es necesario viajar hasta 1944 , año en que los aliados estaban preparando la mayor invasión jamás vista sobre territorio francés. Concretamente, en las playas de Normandía. Sin embargo, movilizar tal cantidad de soldados era sumamente delicado, pues –si los alemanes detectaban los lugares de la costa a los que arribarían- podrían concentrar sus fuerzas para repelerles. Fue por eso por lo que, tanto ingleses como británicos, dieron rienda suelta a su imaginación y prepararon todo tipo de tretas para desconcertar a los nazis.
Una de ellas fue, precisamente, la que realizó el teniente Poole quien, junto a otros cinco paracaidistas del SAS (el servicio especial aéreo de su país) aterrizó en la península de Cherburgo con el objetivo de que los alemanes creyesen que la invasión iba a empezar en ese punto. Para ello, se lanzaron desde un avión junto a 200 muñecos ataviados con paracaídas . Una vez en el suelo, conectaron varios amplificadores con sonidos preestablecidos para que pareciese que habían iniciado un gigantesco combate en la zona.
Pero, curiosamente, Poole (como algunos otros) llevaba en su pechera una paloma mensajera viva con un mensaje secreto para sus mandos. Un texto que, a día de hoy, sigue sin haber sido desvelado. «En el Desembarco de Normandía, la suya fue la única paloma que llegó viva a la sede del SAS , pero nunca nos dijo cual era el contenido del mensaje. Mi padre era terriblemente meticuloso para esas cosas, y mantuvo el secreto siempre. Nunca le gustó hablar de su participación en la guerra », explica su hija, Alison Dale, en declaraciones recogidas en el diario.
En este sentido, Poole habló tan poco de su participación en el Día D que su sobrino no se enteró de que había sido un héroe y había resistido las torturas de los nazis (que le capturaron durante su estancia en Francia) sin desvelar ninguno de los secretos que conocía. «Sabía que mi padre y mi tío estuvieron involucrados en la guerra, pero realmente nunca supe hasta que punto. Supongo que es típico de su generación no hablar de lo que pasó», señala el sobrino del ya fallecido anciano.
De la misma forma, muy pocos de sus familiares sabían que fue condecorado con la « Cruz Militar » después de ser rescatado de los alemanes y volver a Gran Bretaña. «Tampoco sabía que mi tío fue el primer británico en pisar Francia durante el Día D, me enteré tras su muerte . Le recuerdo como un hombre muy alegre, lleno de vida. Siempre estaba feliz y sonriendo. Simplemente nunca nos habló de lo que pasó», añade su familiar. Lo mismo sucedió con el mensaje, cuyo contenido se mantendrá en secreto, presumiblemente, para siempre.