Jorge Edwards lega al Cervantes parte de su memoria vital y política

El escritor depositó manuscritos, primeras ediciones y hasta una carta de amor en la Caja de las Letras

Jorge Edwards lega al Cervantes parte de su memoria vital y política ignacio gil

Antonio muñiz

El escritor chileno Jorge Edwards , ganador del Premio Cervantes en 1999, depositó esta mañana un legado personal en la Caja de las Letras del Instituto Cervantes , institución que lo custodiará durante veinte años, hasta el 2035. La caja 1482 acogerá las cartas personales, manuscritos y primeras ediciones que el diplomático y periodista transmite al Cervantes en este acto de reconocimiento instaurado desde 2007.

Francisco Ayala fue el primero en ser homenajeado en esta «cápsula del tiempo» que guarda «retazos de la memoria cultural de España e Hispanoamérica cedidos por sus protagonistas», según señala este organismo público encargado de la promoción de la lengua española. Edwards es la personalidad número 25 que entra a formar parte de este espacio situado en el Edificio de las Cariátides , hoy sede central del Cervantes y en otro tiempo cámara acorazada del Banco de España. El literato chileno se une así a personalidades como Gabriel García Márquez o Juan Goytisolo, vecinos de caja fuerte. El director del Instituto, Víctor García de la Concha, imaginó durante la ceremonia «los diálogos que aquí deben entablarse por las noches contándose historias entre unos y otros». De la Concha habló de «depósitos vivos por pertenecer a nuestros días» y se refirió al autor chileno como «un clásico que pervivirá al paso del tiempo».

Tres horas con Fidel Castro

En marzo de 1971, tres horas de reunión con Fidel Castro impidieron al diplomático Edwards acudir al encuentro con su amigo Padilla, encarcelado por el régimen cubano. Al salir tomo un avión a Barcelona, a casa de Mario Vargas LLosa. «No hay delirio de persecución allí donde la persecución es un delirio». La reflexión es de Guillermo Cabrera Infante en una carta que le hizo llegar a Edwards. Otro de sus amigos, José Rodríguez Feo, Pepillo , le envió otra para reprocharle que se hubiera ido sin despedirse. Esta pasa ahora a formar parte de la «memoria cultural» que se custodia en el Cervantes.

Una segunda carta, en este caso de amor y enviada por Edwards a una mujer cuando tenía 35 años, también forma parte del legado. Una relación que «seguirá siendo indiscreta» cuando, a la apertura del legado en el año 2035, se lea su contenido, según manifestó el escritor. La donación también incluye las treinta primeras páginas manuscritas de «El sueño de la historia» (2000) sobre la «conspiración de los tres Antonios» . Un intento de rebelión por la independencia de Chile que protagonizó el ilustrado José Antonio de Rojas junto a otros dos Antonios franceses a finales del siglo XVIII.«Llegó a España a comprar material científico para la remota Chile, pero albergaba la secreta esperanza de que los españoles le dieran un título nobiliario. Desilusionado, regreso a Chile para conspirar».

En la caja 1482 también permanecerá los próximos 20 años una prueba de imprenta de « El patio» (1952) , escrita en una garaje con «una máquina humana que no paraba de toser». Una primera edición de «Gente de la ciudad» (1961) , libro donde homenajea al escritor irlandés James Joyce y a su obra «Dublineses». Recordó que en sus inicios era un «poeta imitativo» que comenzó a «narrar pequeñas viñetas más personales» que leía en la Cruz del Sur, «programa de radio donde leyó sus primeras cosas.

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