Hallan un pecio de las tropas mongolas que intentaron invadir Japón en el siglo XIII
El barco, hundido frente a la isla de Kyushu, pertenecía a un grupo de navíos que fueron barridos por un tifón en el verano de 1281
Arqueólogos japoneses han confirmado que los restos de un barco hundido frente a las costas de la isla nipona de Kyushu corresponden a una embarcación de las tropas mongolas que trataron de invadir sin éxito Japón en el siglo XIII.
Los investigadores han certificado que la embarcación pertenecía a un grupo de navíos que fueron barridos por un tifón en el verano del año 1281 cuando las tropas del imperio mongol , enviadas por Kublai Kan , preparaban un desembarco masivo en el norte de Kyushu, según informa el diario «Asahi» .
Se trata de la segunda embarcación mongola perteneciente a esa flota cuya identidad ha logrado ser confirmada por científicos, pese a que se han hallado otros tres naufragios más en la zona que podrían tener idéntico origen.
El grupo de arqueólogos , que pertenecen a la Universidad de Ryukyu y a la ciudad de Matsuura, en cuya costa se encontró el pecio, ha logrado certificar su origen gracias a la identificación de cerámicas chinas de los siglos XII y XIII halladas en el pecio.
Los restos del barco, un junco chino (el tipo de embarcación que emplearon estos ejércitos de Kublai Kan), miden unos 12 metros de largo y 3 de ancho, aunque se cree que la eslora y la manga debieron ser originalmente de 20 y 6-7 metros, respectivamente.
El navío, cuya proa quedó mirando al sur (en dirección a la costa de Kyushu), fue hallado el pasado otoño a unos 15 metros de profundidad en el llamado sitio arqueológico de Takashima Kozaki . Numerosos artefactos pertenecientes a esta flota (cerámicas, tejas, rocas empleadas como lastre) han sido hallados en esta zona.
Los dos intentos (en 1274 y 1281) de invadir Japón por parte de las tropas de Kublai Kan fracasaron debido a que sendos tifones destruyeron las naves cuando estas estaban apostadas frente a las costas del archipiélago preparando las operaciones de desembarco.
Las dos tormentas, cruciales para evitar la invasión mongola , fueron descritas por los cronistas de la época como «kamikaze» (viento divino), término que más tarde se utilizaría para denominar a los pilotos suicidas del imperio japonés en la Segunda Guerra Mundial .