Comienza la identificación de unos misteriosos restos humanos cuya documentación se perdió tras la Segunda Guerra Mundial
La colección contiene unas 600 piezas óseas y pertenecieron al explorador alemán Felix Von Luschan
Hace aproximadamente unos 70 años desde que, durante un bombardeo en la Segunda Guerra Mundial, se perdió en Berlín la documentación que acreditaba la procedencia de más de 600 restos humanos latinoamericanos recopilados por un explorador alemán entre finales del siglo XIX y principios del XX. Desde ese instante, el lugar del que provienen se convirtió en un misterio. Un enigma que, años después, va a ser resulto.
Y es que, la Fundación del Patrimonio Cultural Prusiano (SPK), pretende subsanar con avances tecnológicos la pérdida de la información y determinar el lugar de procedencia de los restos. Estos, están formados por un conjunto de cráneos, huesos y algún esqueleto completo, principalmente de Perú, Ecuador, Bolivia, Chile, Colombia y Venezuela. Todos ellos pertenecen a la colección de más de 8.000 restos humanos que acumuló durante sus viajes por medio mundo Felix Von Luschan (1854-1924).
La tarea no será sencilla, pues -además del considerable número de restos que hay que analizar- lo único que se conoce de ellos es que provienen de latinoamériac. «Vamos a tener muchas lagunas», ha reconocido el antropólogo e investigador del Museo de Prehistoria e Historia Antigua de Berlín (entidad perteneciente a la SPK) , Martin Heeb, a cargo del proyecto.
«La información que podemos recoger por ahora es limitada, pero apuntamos a conocer de dónde vienen, por qué están en Berlín, y preguntarnos si debemos quedarnos con ellos», ha señalado el responsable del proyecto. Heeb afirma que la mayor parte de los restos provienen de América.
Procedencia
El 40% de los restos provenientes de América Latina son de Perú, aunque la mayoría de la colección consta de piezas originarias de otros países como Togo, Camerún, Ruanda, Tanzania, Australia, Nueva Zelanda China, Alemania y Francia. En principio, pertenecían a la colección de Von Luschan, conocido por sus estudios sobre diferenciales raciales a comienzos del siglo XX cuando Alemania era un imperio con colonias en África y Asia.
Sin embargo, posteriormente fueron adquiridos por el Museo Etnológico y, tras algún tiempo, acabaron en el hospital universitario de la Charité (desde donde se solicitó ayuda a la SPK para avanzar en la limpieza y ordenamiento de las piezas). Desde entonces, la custodia de los restos es un tema sensible, pues ha llevado a varios conflictos en el pasado con otros países.
Piezas
La colección está formada principalmente por cráneos, elementos óseos y algunos esqueletos completos. Todas las piezas serán analizadas mediante las técnicas de carbono e isótopos para determinar su origen. No obstante, el aspecto más polémico es para qué fueron utilizados los restos humanos o cómo murieron los sujetos, algo que hace que todos los gobiernos los reclamen.
«Los gobiernos están en su derecho de reclamar los restos pero no pueden presionar tanto. No queremos dárselos a la gente equivocada y que hagan política con eso», afirma Heeb.
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