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Adiós a Manoel de Oliveira, 106 años y una vida de cine
El director de cine portugués, el más longevo del mundo en actividad, ha fallecido a los 106 años dejando tras de sí 60 películas
El emblema del cine portugués, Manoel de Oliveira , ha muerto en Oporto a los 106 años. Se va así el director más longevo del mundo y el último grande surgido en la época de las películas mudas
Hace menos de un año que comenzó a preparar su último largometraje, ‘El viejo Restelo’, y él tenía en mente otro proyecto. Por increíble que parezca, su avanzada edad no le impedía realizar un filme por año, un ritmo absolutamente inusual para una persona tan mayor.
Pero los rodajes eran su vida, una circunstancia que le granjeó el respeto internacional gracias a su perseverancia y a su perenne apuesta por el esteticismo.
Su estilo pausado, muy portugués, se convirtió en la ‘marca de la casa’ y le llevó a estar presente una y otra vez en los principales festivales del mundo. El gran vacío que deja será muy difícil de llenar en Portugal, donde él ejercía de tótem.
Por supuesto que no desplegaba un estilo comercial, nunca fue su intención. Pero era el cineasta que mejor trasladó la esencia del alma lusa a la gran pantalla , como si fuera un Eça de Queiroz o un Pessoa del séptimo arte
Entre sus trabajos más aclamados, sobresalen ‘Aniki-Bobó (1948), ‘Benilde o la Virgen madre’ (1974) o ‘El extraño caso de Angélica’ (2010). La vida misma era su principal inspiración, con unos personajes profundamente humanos y llenos de dudas constantes.
‘Saudade’ en clave cinematográfica siempre desde su Oporto natal, que abandonó temporalmente cuando era joven para estudiar en un colegio de jesuitas de Galicia.
En sus manos, el cine y la literatura se daban siempre la mano, pues la ficción novelesca marcaba su vida sin cesar. Tal era su desarraigo del mundo superficial que trataba de combatir cuando se colocaba tras la cámara.
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