El origen de los insultos más populares
«No seas mascachapas, que por mucho que te empeñes dos y dos son cuatro»
El término suele pronunciarse en contextos próximos a la amistad y la familia
![«No seas mascachapas, que por mucho que te empeñes dos y dos son cuatro»](https://s1.abcstatics.com/Media/201503/20/chapas-insulto-buba--644x362.jpg)
En el argot popular existen una serie de palabras que rayan la frontera que separa lo divertido de lo ofensivo. Expresiones que según el tono y el contexto donde se pronuncien cambian radicalmente su significado. Es el caso de mascachapas, un vocablo que no todos saben con que ánimo se utiliza.
Pancracio Celdrán, autor de «El Gran Libro de los Insultos», publicado por la editorial La Esfera, señala que el término alude al bobo y al ignorante. «Es voz descriptiva del tipo de tontería que practica el sujeto en cuestión. Se dice en contextos próximos a la amistad y la familia. Mi hermana María Gracia Celdrán, valenciana de Alcira, emplea el término en este contexto: No seas mascachapas, que por mucho que te empeñes dos y dos son cuatro».
Buceando en la amplia y variada riqueza de nuestro vocabulario, resulta básico trazar un recorrido por la geografía española para seguir comprobando que según marches de una región a otra te podrás encontrar con diferentes palabras relacionadas con este insulto: «En Andalucía dicen mascabrevas a quien es simple y pazguato, y mascahabas a la persona cuya incultura es absoluta; también tildan de mascón al pelmazo, sujeto que anda siempre dándole vueltas a la misma cosa, aburriendo con su insistencia a quien ha de aguantarlo».
«En el partido judicial de Villafranca del Bierzo a estas criaturas, y al majadero, tildan de mascañón: de mascañar, verbo frecuentativo de mascar, porque estos desgraciados parecen mascar cuando hablan, debido a que tartamudean o vacilan al pronunciar», continúa el autor, mientras alude a otro término para definir al memo y simple que sólo dice tonterías: «Este sujeto es un mascatornas: del verbo mascar tomado en la acepción de mascullar o hablar entre dientes pronunciando tan mal las palabras que sólo con mucha dificultad es posible entenderlas».
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