arqueología
La Universidad de Sevilla expondrá sus joyas arqueológicas en la antigua Fábrica de Tabacos
La Hispalense proyecta habilitar un espacio para albergar unas 2.000 piezas de un indudable valor histórico y patrimonial
Los gestores de la Universidad de Sevilla barajan la posibilidad de habilitar en la sede central de la antigua Fábrica de Tabacos un emplazamiento específico para la correcta conservación, gestión y divulgación de sus fondos arquelógicos, estando pendiente para ello de la remodelación general de este inmueble. Se trata de una colección del Paleolítico a la época moderna compuesta por cerca de 2.000 piezas. Esa futura ubicación habría de contemplar inicialmente tres espacios diferenciados con idea de establecer una sala de trabajo para investigadores y estudiantes, un espacio expositivo y una zona de almacén, de acceso restringido y seguro, para la conservación adecuada y ordenada de la mayor parte de los fondos
«Fue como ir descubriendo un tesoro». Así describe la arqueóloga Elise Arnold la impresión que le causó, hace algo más de dos años, su primera toma de contacto con los fondos que configuran la colección arqueológica de la Universidad de Sevilla. Unas dos mil piezas que, hasta entonces, se hallaban repartidas entre distintas dependencias de la institución y que en la actualidad se encuentran depositadas en un almacén provisional organizado en la sala de reserva García Oviedo y en el Departamento de Prehistoria y Arqueología. Guardados en cajas y distribuidos entre vitrinas y estanterías, reposan los vestigios y fragmentos de un pasado en el que están representados la casi totalidad de periodos históricos desde el Paleolítico y hasta la época moderna (siglo XVIII).
El germen de esta colección ancla sus raíces en los materiales prehistóricos que integraron el Gabinete de Historia Natural —creado en 1850 en la Facultad de Ciencias y organizado por el catedrático Manuel Machado y Núñez, abuelo de los poetas—, así como en las piezas, de épocas prehistórica e histórica, que conformaron el Museo Arqueológico de la Facultad de Filosofía y Letras, donadas hacia finales de 1898 por Francisco Caballero-Infante y Zuazo. Ya en los inicios del siglo XX, alguna donación más de Caballero-Infante, así como de profesores como Manuel Sales y Ferré, Feliciano Candau o Joaquín Hazañas, al igual que otras de particulares de fuera de la institución y las procedentes del desmantelado museo del Ateneo y Sociedad de Excursiones de Sevilla, contribuyeron a enriquecer la colección.
Según exponen José Beltrán Fortes y Rosario Huarte Cambra en el catálogo que acompañó a la muestra de una selección de estos fondos en 2012, con el traslado de la Facultad de Filosofía y Letras desde la calle Laraña al edificio de la antigua Fábrica de Tabacos, el citado museo llegó a instalarse en estos nuevos espacios, «exponiéndose una parte, pero ya en el último cuarto del siglo XX sus piezas fueron almacenadas». De manera esporádica, estos fondos arqueológicos continuaron enriqueciéndose «bien con colecciones adquiridas (piezas egipcias), bien mediante donaciones».
Este breve repaso histórico puede servir para ofrecer una idea de la variedad que entrañan estos fondos universitarios, con piezas egipcias, griegas e itálicas de procedencia extrahispana, hasta otras de carácter peninsular (suroeste y alto Guadalquivir) y local.
De especial interés es también la serie de 388 monedas que comprende estos fondos arqueológicos, de las que unas 270 se datan entre el siglo III al I a. de C., incluyendo además otras de época romana imperial. La arqueóloga destaca igualmente los restos de cerámica de época tardía y visigoda, así como la importante colección de sellos romanos . No pasa por alto tampoco el interés de las piezas griegas y egipcias incluidas en los fondos de la Hispalense.
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