El nuevo orden surgido tras la Segunda Guerra Mundial supuso también el definitivo golpe de gracia al Imperio británico, ya debilitado desde la Gran Guerra: tanto Australia como Nueva Zelanda dejaron pronto muy claro que desde el punto de vista militar sus intereses se anteponían a los de la antigua metrópoli, mientras en la India estallaban numerosos conflictos, agravados por una inestable situación económica.
Ante ello, el Reino Unido decidió acelerar el proceso emancipador, con la creación en 1947 de dos estados, India y Pakistán, en función de la confesión dominante, lo que no hizo sino sentar las bases de nuevos problemas que persisten en la actualidad. Y algo peor aún ocurrió al año siguiente con Palestina, pues, al abandonar el territorio y proclamarse el estado de Israel (y la creación de Jordania), comenzó una sucesión de contiendas intermitentes que persisten hoy en día, sin trazas de solución.
África
En África se produjo la independencia de varios territorios, desde finales de los años cincuenta, como Ghana y Uganda, país este último que pronto se convirtió en campo de batalla, hasta que el dictador Idi Amin se hizo con el poder y en él se mantuvo durante largo tiempo.
Nigeria conocería poco después de su independencia una cruel guerra civil en Biafra. Tanganyka se independizó en 1961 y se unió tres años después a la isla de Zanzíbar, formándose un nuevo país, Tanzania, cuyo presidente, Julius Nyerere, se erigió en uno de los líderes del Movimiento de los No Alineados.
Kenia logró la independencia más tardíamente, en 1963, inmersa en una cruenta guerra promovida por los kikuyu por medio de la guerrilla Mau Mau. Por su parte, Somalia nunca logró alcanzar un nivel mínimo para sobrevivir y, además de sucesivas guerras civiles, luchas fratricidas y enfrentamientos con sus vecinos, comenzó desde sus costas, una duradera actividad de piratería.
Egipto, el más importante país de la zona, y teóricamente independiente bajo la tutela británica, tuvo una transición más pacífica, pero el régimen monárquico no sobrevivió muchos años pues cayó bajo un golpe de estado en el que se proclamó hombre fuerte Gamal Abdel Nasser, erigido en uno de los principales líderes del denominado Tercer Mundo, teóricamente equidistante de ambas grandes potencias.
Por otra parte, en el sur de África surgieron nuevos estados, dirigidos por las minorías blancas, que trataron de mantener una situación dominante sobre la población negra. Tales fueron los casos de Rodesia y Sudáfrica, donde elrégimen de apartheidse mantuvo hasta 1994. Rodesia se convertiría en 1979 en Zimbaue, tras el desmoronamiento del régimen segregacionista blanco. En todos estos países se sucedieron los enfrentamientos entre movimientos con frecuencia apoyados por la Unión Soviética y los gobiernos blancos, que lograron mantener durante un par de décadas su estatus.
La descolonización británica, germen de nuevos conflictos que llegan hasta hoy