la larga guerra del siglo xx (XLVI)
MacArthur perdió el mando de las fuerzas en Corea por pretender emplear la bomba atómica
La guerra en la península quedó en tablas en torno al paralelo 38
La partición de Corea en dos estados, uno bajo control comunista en el norte y otro, protegido por Estados Unidos, camino de convertirse en una democracia tutelada, en el sur, presagiaba un enfrentamiento que tardó en producirse tanto como el equilibrio estratégico mantenido hasta entonces en la región quedó alterado en 1949 por la proclamación de la República Popular China.
El 25 de junio de 1950, las fuerzas comunistas de Corea del Norte cruzaron la frontera y arrollaron sin demasiados problemas tanto a las débiles fuerzas surcoreanas como a las escasas unidades estadounidenses presentes. Éstas se replegaron como pudieron hacia el sur, estableciendo un último perímetro defensivo en Pusan, en el extremo sudoriental de la península, que no parecía, en principio, poder aguantar el empuje comunista. Pero las tornas se cambiaron pronto. La poderosa artillería estadounidense y el masivo apoyo aéreo hicieron fracasar los ataques de los norcoreanos, quienes, por su parte, se encontraban logísticamente en desventaja con unas líneas de abastecimiento demasiado largas. Por otro lado, el Consejo de Seguridad de la ONU declaró agresor a Corea del Norte e invitó a todos los miembros de la organización internacional a apoyar a Corea del Sur. Hasta quince naciones llegarían a aportar tropas, aunque el peso lo llevaron los norteamericanos y, en menor medida, los británicos.
Dirigido por MacArthur , el ejército estadounidense contraatacó en el mes de septiembre por medio de un desembarco en Inchon, cerca de Seúl , que sorprendió a los comunistas y constituyó el principio de una ofensiva que hizo retroceder a los norcoreanos más allá del paralelo 38. Pero, en ese momento, la República Popular China decidió intervenir directamente y lanzó a sus unidades en una gran contraofensiva que hizo retroceder a los aliados de nuevo hacia el sur. Tras reñidos combates, el frente se estabilizaría en torno al paralelo 38, que acabó por constituir de hecho la frontera entre las dos Coreas. Una frontera que aún persiste en la actualidad.
MacArthur
Aunque los grandes avances se habían acabado, no así los combates de gran intensidad, algunos de los cuales alcanzarían un carácter épico. Entre ellos destaca la ofensiva china en el río Imjin, en la cual el regimiento británico Gloucestershire se cubrió de gloria, o la actuación de las tropas australianas. Ante el estancamiento de la situación y la abierta y declarada intervención china, MacArthur era partidario no sólo de atacar las bases en territorio chino, sino de utilizar armamento nuclear, actitud que llevó a su sustitución por el general Ridgway, más dócil con los intereses de Washington. Para muchos analistas, fue una oportunidad perdida… El armisticio de Panmunjon sellaría la división de Corea, cuya situación no pudo resolverse en la conferencia de Ginebra.
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