la larga guerra del siglo xx. La guerra fría (XLV)

En Berlín se libra la primera batalla de la Guerra Fría

«Ha caído sobre el continente un Telón de Acero». El 5 de marzo de 1946, Winston Churchill pronunciaba uno de sus más famosos discursos en el Westminster College, en Fulton, Missouri

En Berlín se libra la primera batalla de la Guerra Fría

VÍCTOR JAVIER GARCÍA MOLINA

Estas palabras constituyeron un escándalo instantáneo.Stalinlas tomó poco menos que como una declaración formal de guerra. La tormenta política en el Reino Unido y en los EEUU fue también conside­rable. Esta toma de posición del anti­guo premier británico fue ampliamen­te censurada tanto en Londres como en Washington, llegando a ser tildada, incluso, de una «amenaza para la paz de Europa». Sin embargo, los hechos confirmarían tan duras afirmaciones.

A Stalin se le habían prometido en las conferencias de paz previas al final de la guerra en Europa fronteras «no hos­tiles hacia la Unión Soviética» con paí­ses «amistosos» que garantizasen la seguridad de la URSS. Para los aliados occidentales esto quería decir el esta­blecimiento en Europa del Este de go­biernos democráticos que no tuviesen litigios territoriales ni políticos con la URSS.

Sin embargo, para Stalin, signi­ficaba la subordinación total de dichos países a su esfera de influencia. Pasa­da la euforia de la victoria, las tensio­nes entre los integrantes de la Alian­za frente al nazismo, cimentada úni­camente sobre la amenaza de un ene­migo común, se mostraban evidentes.

División

A pesar de las promesas he­chas por el dictador soviético de no ex­tender la revolución comunista a Eu­ropa tras el fin de la guerra, en apenas dos años los gabinetes de coalición formados en Europa del Este —con presencia comunista, pero no mayo­ritaria— dan paso a gobiernos contro­lados por la URSS y a la paulatina pro­hibición de las libertades civiles.

En marzo de 1947, el presidente Truman afirma que los EEUU tenían el deber de apoyar a todos los pueblos y países frente a los enemigos de su libertad, estableciendo con ellos la Doctrina Truman. El apoyo será militar y econó­mico. Se contrapone por primera vez el término «mundo libre», para hacer referencia a Occidente, frente a lo que ya se considera el «bloque soviético».

Y se identifica al comunismo como la amenaza para ese «mundo libre». Al plan auspiciado por Estados Unidos para la de reactivación económica de Europa Occidental (el Plan Marshall), del que queda excluida España por mor de su régimen político, contra­ponen los soviéticos el Plan Molotov, para los países todavía ocupados por el Ejército Rojo, con lo que se hacían aún más evidentes las líneas que de­limitarán la Guerra Fría.

Frentes ideológicos aparte, el prin­cipal foco de tensión será la «cuestión alemana». El país es divido tras la guerra en cuatro partes, una controlada por la URSS y las otras tres por EEUU, Gran Bretaña y Francia, situación que se repi­te en la capital, Berlín.

Los aliados occi­dentales, por diversos motivos —socia­les, políticos, costes de la ocupación—, dan progresivamente pasos para la reunificación económica y territorial germana que concluyen a principios de 1947 con la formación de la Trizona, donde se adopta el nuevo deuscht mark como moneda oficial en junio de 1948.

La consecuencia es la interrupción del intercambio comercial entre el Este de Alemania, cada vez más empobrecido por el pago de las indemnizaciones de guerra a la URSS y la carencia de activi­dad económica, y la zona ocupada por los aliados occidentales, el Oeste, libre de la carga de indemnizaciones, que gracias a las primeras inyecciones del Plan Marshall se recupera económica­mente con rapidez.

Berlín

La situación en Berlín se dete­riora. Desde la primavera de 1947, las comunicaciones entre el Berlín «sovié­tico» y el resto de la ciudad, que se han visto progresivamente restringidas, se interrumpen por completo tras la formación de la Trizona. Es más, Sta­lin desea que los aliados abandonen la antigua capital del Reich y da la orden no de permitir el paso de mercancías de ningún tipo hacia la zona occiden­tal de la ciudad: el 24 de junio de 1948 comienza el bloqueo de Berlín.

Los aliados occidentales contemplan la posibilidad de enviar convoyes arma­dos, pero el riesgo de enfrentamiento es alto. El gobernador de la zona de EEUU, el general Clay, resuelve utili­zar el aeropuerto de Tempelhof para habilitar un puente aéreo que permita el abastecimiento de la ciudad.

Aun­que los berlineses se verán someti­dos a duras privaciones durante un largo periodo de tiempo, el puente aéreo sobre Berlín es un éxito con múltiples consecuencias y un golpe propagandístico enorme: los aliados «están con el pueblo alemán», lo cual ayuda a limar muchas asperezas de la posguerra y demuestra la posibilidad de hacer frente a Stalin con una pos­tura firme y unida.

En abril de 1949, se forma la OTAN y al poco se constitu­ye la República Federal Alemana, que no tardará en ser miembro de pleno derecho de la comunidad internacio­nal. En contraposición, la República Democrática Alemana, a pesar de su nombre, se organiza como un régimen totalitario. La Guerra Fría ha librado su primer batalla en Europa, pronto el mundo entero será el escenario de una lucha global.

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