escapadas
Hoteles y casas rurales con chimenea: calor de hogar
Llega el frío y las ganas de disfrutar del tiempo del ocio en un confortable y a veces rústico alojamiento alejado del ruido de la ciudad. Aquí ofrecemos una atractiva selección
Si no le gusta el «running», le asusta el «surfing» o sufre con el «tumbing», pero se encuentra estresado y quiere desconectar, le vamos a dar unas ideas para alejarse de las ciudades, lugares donde practicar la lectura, escuchar música, colaborar en la cocina, disfrutar de la fotografía o dar paseos disfrutando de este otoño retrasado que nos tiene que dar sus mejores momentos, pero, eso sí, lejos de las costas, porque el interior existe, y mejor que nunca.
Casa Pepa. Típica casa maragata enclavada en Santa Coloma de Somoza. Aquí preparan un cocido maragato en un fuego muy especial. Además se puede disfrutar de sus recetas centenarias, ahora con setas, y visitar los pueblos maragatos. Astorga, llegar andando hasta la laguna Cernea, jugar una partida de bolos maragatos en la chopera y visitar las Cuevas de Valporquero...
El Caserío de Lobones. Esta antigua finca de caza se encuentra a quince minutos de la estación de AVE de Segovia. Se dedica a la cría de caballos de pura raza española. Estos días los nuevos potros se están separando de sus madres y es un espectáculo digno de ver, sin olvidarnos de su cocina.
Casa Pernias. Está en la Toscana, pero de Murcia. Una antigua finca de aparceros en la que se ha cuidado la decoración al máximo con artesanías de la zona. Se disfruta de la lectura y se preparan tertulias junto a la chimenea. Los antiguos corrales acogen el restaurante con la típica cocina de la sierra murciana (potajes, gazpachos de caza, cordero…).
Hacienda Zorita. A diez minutos de Salamanca, un antiguo convento de Dominicos, rodeado de viñedos junto al Tormes. Se cuenta que fue aquí donde Colón convenció a los Reyes Católicos para que le apoyaran en su empresa a la búsqueda de las Indias. Es ahora un hotel muy familiar y muy especial para esta época. Organizan partidas de póquer, juegos de mesa, cine , visitas a la bodega y catas de queso y vino. Además de un especialísimo spa.
Palacio Carvajal y Girón. Perteneció a la familia del intrigante ayo del Rey Enrique IV. Sus «aposentos» con baños especiales y su piscina en la antigua bodega son sus grandes atracciones.
Barosse. Un mirador al Pirineo de Jaca, aparte de un refugio especial de caminantes hacia Santiago y admiradores de las rutas del románico de la zona. La piedra de la que se construyó el edificio se llama Barós, y de ahí toma su nombre este hotel de Rusticae. Son solo seis habitaciones, muy bien decoradas. Se ofrece lectura, música clásica en la sala La Noguera y ambiente de chimenea en su salón, además de relax en su pequeño spa.
Hotel Consolación. Una edificación vanguardista que convive con una ermita del XVI. Se integra perfectamente en un bosque de pinos que se puede contemplar desde las habitaciones, todas ellas en un estilo algo japonés, chimeneas junto al ventanal y bañeras de obra encastradas en el suelo. Su cocina cuenta con una carta de platos donde abundan la trufa local, los productos de su huerta y la caza. También en Rusticae.
La Casona de Valfrío. Pertenece a Ruralka y está en la comarca de la Vera. En la chimenea, siempre encendida en invierno, se pueden asar castañas. También es posible buscar setas por los alrededores, ir a conocer las gargantas de agua de la zona... Mientras, te esperan con un desayuno o una cena memorable con los huevos de sus gallinas o con un mojito recién preparado. ¡Depende de la hora!
