Una vuelta por el Universo Adriá

Al hilo de la muestra que inaugura el cocinero repasamos su revolución y seguimos su huella a través de sus proyectos y «alumnos» aventajados

Una vuelta por el Universo Adriá EFE

emma sueiro

Si Ferrán Adriá no se hubiera preguntado el por qué de tantas cosas quizá no habría llegado donde ahora se encuentra, que es auditando el proceso creativo de un restaurante, elBulli, y de toda una filosofía culinaria que rompió moldes y creó una nueva corriente que desde la «nouvelle cuisine» no existía. Este genio de espíritu inquieto, en su afán casi obsesivo por buscar nuevos retos, aprovecha su visita a Harvard en 2008 y el MIT de Boston para plantearse otro de sus «por qués». «Si se decodifica el genoma humano; ¿por qué no desvelar el genoma del proceso culinario? ¡Increíble! Sí... Ahora Adriá y su equipo, tras tres años de intenso trabajo, plasman el proceso creativo de los 25 años de elBulli en la exposición más completa sobre su innovadora y meticulosa metodología. «Auditando el proceso creativo» supone casi 1.000 metros cuadrados en el Espacio Fundación Telefónica (de la que Adriá es embajador) que acogen el universo «bulliniano».

«elBulli cerró porque tenía la necesidad de decodificar su genoma, de explicar al mundo su metodología de trabajo. Necesitaba componer su ‘‘lead’’ con las ‘‘6 w’’: ¿qué?, ¿quién?, ¿dónde?, ¿cómo?, ¿cuándo? Y ¿por qué? Eso es decodificar; esa es la base de la creatividad», explica Adriá.

El reto del chef tras esta «auditoría» (amén de el complejo welBulli, la Bullipedia y elBulli1846, un centro situado en el mismo lugar que el restaurante original y que albergará eventos de carácter experimental durante 20 días al año) es «implicar a los congresos de gastronomía internacionales a crear estas exposiciones que engloben la obra de grandes maestros de la cocina, y yo ofrezco todo mi apoyo, pero ese sí sería un gran legado; el tener exposiciones de Arzak, de Martín Berasategui, de Subijana, de los grandes», afirma.

El otro legado

De lo que más orgullosos se sienten Ferrán Adriá y Juli Soler, su socio, es de la estela de cocineros que ha dejado por el mundo. Heston Blumenthal en Londres, Yamamoto en Tokio; Wylie Dufresne en Nueva York; Alex Atala en Brasil; René Redzepi (primero del mundo con Noma); Massimo Bottura (Osteria Francescana), por no hablar de los hermanos Roca de El Celler de Can Roca o Adúriz y su Mugaritz, Carles Abellán o Sergi Arola. El caso más impactante es el de José Andrés con sus Jaleos, MiniBar, The Bazaar... Todos, todos, tienen el espíritu «bulliniano».

Y Albert Adriá, el benjamín (y Ferrán, más en la sombra), junto con los hermanos Iglesias, han consolidado el concepto «prêt à porter» con locales genuinos, cocinas del mundo y precios competitivos. Desde su primer Tickets han ampliado el mapa con en Pakta, la vermutería Bodega 1900 y los mexicanos Hoja Santa y Niño Viejo, sin olvidar El Enigma, para la primavera del 2015.

Una vuelta por el Universo Adriá

Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación