Crítica de «Superpoli en Las Vegas» (*): Sofocón y mucha vergüenza ajena

Si quieres ir más allá de lo que debes te encuentras con chistes patéticos, de vergüenza ajena, de mirar para otro lado para no sentir el rubor

Crítica de «Superpoli en Las Vegas» (*): Sofocón y mucha vergüenza ajena

por josé manuel cuéllar

Es lo que tiene las secuelas de películas mediocres, que quizás por aquello de las falsas palmaditas en la espalda se creen lo que no son. La primera película de esta ¿saga? era discreta, por ser generoso. Tenía algún toque que movía a una mueca parecida a la sonrisa. El pecado está en intentar forzar la fortuna de una rueda rota, y aquí lo han hecho.

Si quieres ir más allá de lo que debes te encuentras con chistes patéticos, de vergüenza ajena, de mirar para otro lado para no sentir el rubor y si, además, intentas meter dosis de enternecimiento facilón, el ridículo es doble.

Quizás el problema sea nuestro, de continentes, de que no entendemos el chiste grueso, basto y grosero que tanto gusta a los americanos, pero lo cierto es que ni poniendo la mejor voluntad del mundo uno consigue esbozar algo parecido a una risa. En suma, una chapuza realizada, eso sí, con mucho brillo en su producción y con una cantidad de dinero que, como la película en sí, produce sonrojo.

Ver ficha de Superpoli en Las Vegas

Crítica de «Superpoli en Las Vegas» (*): Sofocón y mucha vergüenza ajena

Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación