Crítica de «Murieron por encima de sus posibilidades» (**): La mala idea

De un modo o de otro, esta película es un esperpento, bien por lo que tiene de grotesco y desatinado o bien por lo que tiene de espejo deformante de la realidad. No se le puede negar la furia, la violencia de su discurso indeseable, aún dentro de ese disfraz burlesco de la comedia; pero sí se le puede negar, aun siendo algo tan subjetivo, la gracia.

Toda la voluntad desesperada, obsesiva, del director, Isaki Lacuesta, por arrancar risotadas, no encontró (al menos, en mí; otros dirán otra cosa) ni el gesto de medias al mus. El ingenio de la idea consiste en que un grupo de «tarados» pretender aplicar la política de los recortes en los cuerpos de los «autores» de la crisis, mientras se despliega un «discurso» en el que se alienta al asesinato, la tortura y la venganza sangrienta contra los poderes económicos en lo que se supone un gracioso y revolucionario ajuste (de cuentas) social.

Sin entrar en lo obvio de las ideas y en el abrumador manejo del cliché (sin finura no hay comedia), la historia es dantesca, como las interpretaciones a granel de medio cineguía español. No es fácil encontrar en ella un sentido, una cualidad, un valor o un provecho. Pero, lo más complicado es encontrar una risa.

Dirección: Isaki Lacuesta .

Intérpretes: Raúl Arévalo, José Coronado, Emma Suárez, Bárbara Lennie, Albert Pla, Luis Tosar. ( Ficha completa )