Crítica de «Corazones de acero» (***): Visiones de guerra desde un tanque

Una película vistosa y dura, pero que ni revoluciona ni anima un género bélico a la baja

Crítica de «Corazones de acero» (***): Visiones de guerra desde un tanque

oti rodríguez marchante

El cine bélico hoy no tiene cartel, y menos aún si es puro y crudo como lo presenta esta película dirigida por David Ayer , aquí titulada “ Corazones de acero ” y en su original “Fury”, que hace referencia al nombre del carro de combate que es, en realidad, el protagonista de la historia. La acción se sitúa en los estertores de la Segunda Guerra Mundial, cuando las tropas aliadas barren los residuos del ejército nazi en su camino hacia Berlín, y se centra en los tripulantes de un carro Sherman y su feroz lucha contra las desesperadas y vencidas tropas alemanas. La puesta en escena y la mirada de David Ayer pretende combinar dos espacios muy distintos: el íntimo, humano y psicológico de esos hombres que comparten el zulo de un tanque y el odio hacia el enemigo; y el paisaje de brutalidad, desolación y guerra a muerte en ese territorio ya desprovisto de cualquier síntoma de humanidad. Es una visión a contrapelo de estos tiempos, belicista, que rasca en el óxido de la naturaleza humana en las situaciones extremas (y en la guerra, no hay otras) y que revela el combinado de crueldad y épica con el que se suelen envolver conceptos como camaradería, heroísmo, generosidad, valor…

“Corazones de acero” es una película larga, y que se hace larga, que aborda con cierto afán verista el género bélico, y que se estructura en largas secuencias de batalla oxigenadas con algunos episodios “tranquilos” entre ellas… En esencia, trata de explicar lo caótico y sanguinario de ese tramo final de la guerra, pero también el estado de “aprendizaje” de un soldado novato al que destinan al “Fury” y que aún no ha alcanzado el grado de inhumanidad y desprecio de sus compañeros de carro… Aprendizaje a la inversa, pues consiste en ir dejándose jirones de naturaleza humana hasta ser un arma útil para la guerra.

Los actores son de peso, Brad Pitt , Shia LaBeouf , Logan Lerman , Scott Eastwood …, aunque las interpretaciones de cada uno de ellos sobre el cliché de su personaje (el duro, el blando, el bruto, el hispano…) responde a la página tres del manual. Y de igual modo, el argumento tiene cierta tendencia, a pesar del afán verista apuntado, hacia lo convencional. En fin, es una película vistosa y dura, pero que ni revoluciona ni anima este género a la baja, ni es comparable a los viejos clásicos o a los clásicos modernos.

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