Fabra ultima la lista autonómica con «guiños» a Ciudadanos que faciliten acuerdos
Sumado a los cambios y pérdida de escaños deja sin margen a los líderes provinciales
La política autonómica valenciana se encamina hacia un complicado entramado de alianzas a varias bandas que van a condicionar el Gobierno de la Generalitat a partir del 24 de mayo. El diálogo ausente durante muchos años entre los partidos autonómicos –el último de calado se produjo entre PP y PSOE con la reforma del Estatuto de Autonomía en 2006– ha vuelto y de manera acelerada.
Ximo Puig se abraza a Compromís ante el presumible batacazo de Esquerra Unida y pide a Ciudadanos que se abstenga el día de la investidura en segunda votación, como ayer avanzó ABC, para facilitar el cambio en el Consell y transitar desde el PP hacia una coalición de izquierda nacionalista.
El siguiente en mover ficha ha sido Alberto Fabra. El presidente regional del PPCV ya ha dado órdenes de hacer sondeos sobre la situación interna que vive Ciudadanos –de clara división entre partidarios de dejar gobernar al PP y de quienes quieren propiciar el cambio aún a costa de que Compromís esté en el Consell– y de su predisposición a llegar a acuerdos.
El conseller de Gobernación y director del Programa Electoral del PPCV, Luis Santamaría, según ha podido confirmar ABC, ya ha mantenido contacto con varios dirigentes de Ciudadanos, para explorar las posibilidades de llegar a acuerdos puntuales para la próxima legislatura.
Primera quincena de abril
Alberto Fabra, en cualquier caso, tiene decidido hacer «guiños» a Ciudadanos para facilitar el consenso. La vía utilizada será la regeneración de la lista autonómica que el presidente tiene previsto dar a conocer al finalizar la primera quincena del mes de abril.
Esta cuestión está levantando ampollas en el ámbito interno del PPCV, ya que limita la composición de la lista para las Cortes con personas de confianza de los presidentes provinciales y de los referentes del partido. Fabra aspira a blindarse con consellers e integrantes de la dirección del grupo parlamentario y va a dar entrada a un grupo de afines con un perfil político hasta ahora muy limitado.
Esa apuesta se daría en las tres circunscripciones (con más claridad en Valencia y Alicante) y serán personas que mantienen buenas relaciones con el entorno de Ciudadanos para facilitar los acuerdos –el más crucial en el acto de investidura donde se prevé necesario el apoyo de la formación que lidera Carolina Punset–.
Génova vigila
Las personas propuestas por los presidentes provinciales quedarán muy limitadas, a uno o dos, ya que hay que tener en cuenta el fuerte descenso del numero de escaños que todas las encuestas vaticinan. Todo el proceso será vigilado por Génova, que tendrá la última palabra.
Por ello, Fabra trata pues de hacer encaje de bolillos en un asunto que puede soliviantar más al fuero interno del partido, ya muy castigado durante la presente legislatura, sobre todo, con la adopción de la famosa línea roja del presidente contra la corrupción que tantos detractores y críticas internas le deparan.
Ciudadanos, mientras, eleva su nivel de discrepancia interna, situación que la composición de la lista autonómica (que debe aprobar el próximo sábado) no resolverá al haber entre sus integrantes distintos enfoques a la política de pactos postelectoral.