Fabra será candidato a la Generalitat con Barberá como «número dos»
El comité electoral regional remitió ayer la propuesta, tras el visto bueno de Génova adelantado por ABCJosé Císcar encabezará la lista a las Cortes por Alicante e Isabel Bonig hará lo propio por Castellón
el presidente de la Generalitat, Alberto Fabra, será designado hoy por el comité electoral nacional como candidato autonómico del PPCV. Tras varios meses de jugar al gato y al ratón, el presidente nacional del PP, Mariano Rajoy, dio luz verde a su candidatura el pasado miércoles –tal como desveló ABC en su edición de ayer–, y a las ocho de la tarde se reunía el comité electoral que preside la consellera María José Catalá para elevar a Génova la propuesta.
Fabra ve de esta forma despejada por fin la incertidumbre sobre su futuro, que había paralizado la maquinaria electoral del PPCV –con todas las candidaturas municipales por confeccionar y el diseño de la campaña y del programa electoral paralizado, a la espera de la «fumata blanca» de la dirección nacional–, y tiene por delante dos meses y medio hasta los comicios para recuperar la confianza de los votantes tradicionales del PP y convencer a los indecisos.
No en vano, el presidente valenciano será el candidato del PPCV que se enfrenta al escenario más incierto de los últimos veinte años en la Comunidad Valenciana, con la imagen de su partido muy castigada por la gestión de la crisis y los casos de corrupción, y con unas encuestas que apuntan a una importante fragmentación del Hemiciclo autonómico –donde podría haber hasta seis fuerzas con representación, y las mayorías absolutas se antojan imposibles–.
En cualquier caso, el entorno del presidente se mostraba ayer confiado en sus opciones de remontar la situación impulsados por las buenas cifras que empieza a dejar la recuperación económica, y avanzaban el diseño de un «intenso calendario de trabajo» en las semanas que restan hasta el inicio de la campaña electoral.
Austeridad y «líneas rojas»
En los últimos tres años y medio, Fabra ha basado su gestión en dos pilares fundamentales: una política de austeridad y recortes en el sector público para poner al día a su Administración (con la ayuda de las inyecciones de liquidez vía FLA del Gobierno) y la instauración de su conocida «línea roja» con la corrupción. Dos máximas que le han granjeado no pocas antipatías entre sus propios correligionarios. Hasta el punto de que durante buena parte de los últimos meses se puso en duda su elección como candidato para intentar retener el cargo.
En el primer apartado, la decisión que ha marcado la legislatura fue el cierre de Radio Televisión Valenciana (RTVV)al anularse el ERE que pretendía redimensionar el ente. En el segundo, su principal éxito ha sido el de vaciar las Cortes Valencianas de imputados (se encontró con nada menos que 11 diputados populares investigados por la Justicia), y apartar a la doblemente imputada Sonia Castedo de la Alcaldía de Alicante.
Ahora tiene por delante el arduo trabajo de restañar las fracturas internas –especialmente con los presidentes provinciales de Alicante y Valencia, José Císcar y Alfonso Rus, y la alcaldesa de la capital, Rita Barberá–, movilizar a los votantes tradicionales del PP en la Comunidad Valenciana y, llegado el caso, ser capaz de alcanzar acuerdos con otras formaciones para mantener la Generalitat, dado que las formaciones minoritarias como Ciudadanos podrían tener la llave de la gobernabilidad.
Barberá de «escudera»
El comité electoral celebrado ayer también aprobó remitir a Génova las propuestas de cabezas de lista a las Cortes por las otras dos provincias: la consellera y coordinadora general del PPCV, Isabel Bonig, liderará la lista por Castellón. Mientras, el vicepresidente del Consell y presidente del PP de Alicante, José Císcar, hará lo propio en su provincia. En cuanto a la alcaldesa de Valencia, Rita Barberá, ocupará el «número dos» de la lista por Valencia tras Alberto Fabra, como ya hiciera hace cuatro años con Francisco Camps. De esta forma, Císcar y Bonig se perfilan para repetir en el Consell si Fabra logra retener la Generalitat.