La economía regional desborda las previsiones y ya crece un 3%
La economía de la Comunidad Valenciana crece más rápido de lo que los analistas esperaban y en el arranque del ejercicio el Producto Interior Bruto (PIB) ya marca unas tasas de incremento del tres por ciento interanual, de acuerdo con los cálculos del Servicio de Estudios Económicos del BBVA, que ha observado también cómo «la creación de empleo se ha acelerado más de lo previsto, al tiempo que los riesgos a la baja derivados del virtual estancamiento en el conjunto de la zona euro no se han materializado».
Con todo, de acuerdo con la última actualización de las previsiones elaborada por la entidad financiera, la economía de la Comunidad Valenciana crecerá este año un 2,7 por ciento y un 2,6 por ciento en 2016 (los que supone más de 2.700 millones de euros más anuales), y se prevé en estos dos años la creación de más de 100.000 empleos, según las previsiones del servicio de estudios del BBVA, avanzadas en exclusiva por ABC este lunes.
De acuerdo con el economista jefe de Economías Desarrolladas de BBVA Research, Rafael Doménech, quien ayer presentó los pormenores del informe en Valencia, «se está produciendo una recuperación más intensa» de la prevista en la Comunidad Valenciana, hasta el punto de que avanzó que los datos actuales apuntan que en el primer trimestre estaría creciendo a una tasa anual por encima ya del tres por ciento, prácticamente el doble que en el cierre de 2014 (el primero de la recuperación económica), en el que el PIB aumentí a un ritmo del 1,4 por ciento.
La previsión para el conjunto del año, ha añadido, es que en 2015 crezca un 2,7 con respecto a 2014, una recuperación apoyada tanto por factores internos como externos, entre los que destaca «la depreciación del euro» y el dinamismo que supone para el sector exterior, las políticas monetarias «más expansivas» del Banco Central Europeo, y el desplome del precio del petróleo.
Mejora de las exportaciones
Detrás de este dinamismo, señala asimismo el informe, se encuentra la fortaleza mostrada por la demanda interna, particularmente en el consumo privado y la inversión en maquinaria y equipo, que habría permitido además cierta reorientación productiva hacia el sector industrial, y que ha redundado en una evolución «saludable» de las exportaciones en la Comunidad.
Para BBVA, la mayor incertidumbre que se cierne sobre la Comunidad Valenciana es el proceso de consolidación fiscal. En ese sentido, la entidad considera que, a la espera de los cambios que pueda suponer la reforma del sistema de financiación autonómica, «la Generalitat debería trabajar en políticas específicas, bien diseñadas y distribuidas en el tiempo, que permitan una reducción verosímil del déficit y de los niveles de endeudamiento público». Asimismo, «se debería profundizar en medidas que aumenten el capital humano e incrementen la empleabilidad y productividad del mercado laboral valenciano».