25 aniversario de abc comunidad valenciana
Font de Mora: «El PP oferta el 24-M estabilidad y diálogo social frente a un modelo rupturista»
El presidente de las Cortes Valencianas analiza para ABC el último cuarto de siglo y las perspectivas de futuro
Formación, experiencia e inquietud jalonan la vida de Alejandro Font de Mora dentro y fuera de la política. Intuye el momento actual como trascendental y quiere ser protagonista de la lucha por mantener la sociedad del bienestar conquistada hace ya tres décadas.
–¿Cómo ve a la sociedad valenciana de hace un cuarto de siglo desde la perspectiva actual?
–Hay un elemento actual que lo enturbia todo que es la crisis económica. En cualquier caso, aquella sociedad tenía menores dotaciones y posibilidades, aunque más ilusión porque todavía estábamos con el impulso de esa maravillosa operación política que fue la Transición.
–¿Y la de hoy en día?
–Tenemos más dotaciones e infraestructuras pero más confusión porque se han perdido algunos anclajes básicos: como el diálogo.
–¿A nivel personal cómo ha evolucionado Font de Mora?
–Estoy más viejo –sonríe–, pero en una madurez satisfactoria y he tenido un impulso en creatividad. Nunca está uno realizado porque mientras hay vida, hay evolución y ambición, pero reescribiría mi vida sobre el mismo patrón.
–¿Girando la vista hacia el futuro qué retos y carencias tenemos?
–La sociedad valenciana tiene que consolidar su autoestima. Tenemos un desgarramiento interno que no cicatriza y que está producido por una presencia, no cuantitativa pero sí cualitativa en algunas esferas, del nacionalismo catalanista y que impide una fijación colectiva armoniosa. No tenemos masa crítica a nivel industrial o empresarial y eso nos hace sufrir discriminación. Así que es un reto para la Comunidad que el dipolo Madrid-Barcelona, que condiciona la vida nacional, se convierta en un triángulo de influencia. Esa ha sido la lucha de estos años. La crisis económica lo ha impedido y la pérdida de nuestro tejido financiero ha sido un golpe duro. ¿Cómo se soluciona? Con el único arma que tenemos los valencianos que es el trabajo.
–¿Son tan vitales las elecciones del próximo 24 de mayo?
–Todas lo son en democracia pero éstas más porque concurren opciones –como Podemos– que pretenden romper con el sistema representativo democrático. Y eso también ha contaminado a otros partidos de la izquierda. Son unas elecciones peligrosas porque si acceden a las instituciones ocasionarían trastornos difíciles de arreglar.
–¿Con quién se disputa el PP el centro ideológico?
–Consigo mismo. Es momento de hacer balance en el PP, pedir perdón por los errores, los incumplimientos como en materia impositiva y de explicar los problemas encontrados en la gestión. Hay que solicitar de nuevo el apoyo, algo complejo pero en el PP no hay una infidelidad de voto hacia otras formaciones, lo que sí les ocurre a PSPV, Compromís y EUPV. El PP tiene deriva de votantes hacia la abstención y hay que recuperarlos a través de la oferta de estabilidad y diálogo interactivo con la sociedad.
–¿Cómo analiza Podemos?
–Es un intento de actualizar ideologías pasadas y de ultraizquierda que se llevó el viento de la historia. Los han vestido con elementos atractivos pero si los desvestimos dentro hay una momia.
–¿Debe cambiar el PP el sistema de elección de candidatos?
–Las nuevas generaciones están educadas en procesos participativos desde la escuela y eso se pretende para la vida pública. Hay que estudiar un sistema porque en el PSOE de Madrid alguien que ganó las primarias ha sido víctima de una mezcla de dedazo y guillotinazo. El proceso del PP de Castellón de la consulta previa es un modelo a seguir. Me decía un militante que pasó de ser un culo al que se le solicita llenar un aforo, a una cabeza que opine sobre la elección. Recomiendo a Génova que cultiven cabezas.
–El resultado del 24-M se presenta incierto. ¿Si el PP no gobierna qué futuro le espera en la región?
–El centroderecha debe aglutinarse en torno al PP. Ya nos gustaría que el centroizquierda se aglutinara en torno a un proyecto. Sí me gustaría que se continuase presentando una oferta de reformismo ordenado y que fuera alternativa inmediata. Si el PP flaqueara, el destrozo de un frente y revolucionario podrían lamentarlo las generaciones venideras. Hay gente que si se ve dueña del tablero tendrá la tentación de cambiarlo y son capaces porque han adiestrado a los que ya lo han hecho.
