La factura de la sequía
La falta de agua cuesta más de un millón de euros al día a los valencianos
El déficit hídrico genera pérdidas de 400 millones y dispara el recibo de los consumidores un 6% en un año
El déficit hídrico que asola la Comunidad Valenciana supone un coste de más de un millón de euros al día. De acuerdo con los cálculos de la Asociación Valenciana de Agricultores y de la Unió de Llauradors, certificados por peritos independientes, en el último año se acumulan pérdidas por un importe superior a los cuatrocientos millones de euros propiciadas por la peor sequía en décadas.
Cosechas totalmente arruinadas, campos abandonados, obras de emergencia para buscar agua en pozos subterráneos y una tarifa en el contador cada vez más cara para los particulares. Este es el desolador panorama que ha dejado el ciclo seco que comenzó hace ahora un año. Así, de acuerdo con fuentes de las organizaciones agrarias, los principales costes derivados de esta situación se centran en la pérdidas de cosechas. Según explica el presidente de Asaja-Alicante, Eladio Aniorte, en algunas zonas de la provincia no se ha recogido este año la producción de almendras y cereales , mientras que en el caso de la aceituna se han producido descensos de hasta el cincuenta por ciento.
El responsable para cuestiones hídricas de la Unió de Llauradors, José Ramón Urbán, indica que en el caso de la cosecha citrícola se ha producido una merma de la calidad de hasta el treinta por ciento propiciada por la falta de agua , con el consiguiente impacto para la posterior comercialización de la fruta.
Por su parte, el presidente de la Asociación Valenciana de Agricultures, Cristóbal Aguado, señala que el aumento de costes en electricidad ha superado en un año los cincuenta millones de euros ante las obras que están teniendo que costear los labradores para «buscar agua mediante pozos».
De hecho, la situación se ha tornado dramática en los últimos meses, hasta el punto de que el Ministerio de Agricultura ha elaborado sendos Reales Decretos para aprobar restricciones al uso del agua en la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ) y la Confederación Hidrográfica del Segura (CHS). Para los agricultores esta situación derivará en el «abandono de numerosos campos». De hecho, según denuncia la Unió de Llauradors, frente a unas pérdidas superiores a los cuatrocientos millones de euros, la línea de ayudas habilitada por el Ministerio de Agricultura apenas cubre 8,7 millones. Además, ha solicitado a la Conselleria de Agricultura que abra un nuevo plazo para solicitar las ayudas compensatorias con las que paliar las graves pérdidas ocasionadas por la sequía (que concluyeron el pasado día 9) y pide mejorar las condiciones de acceso a las mismas, pues el resultado de las peticiones ha sido muy bajo.
De hecho, solo se han registrado 415 solicitudes en toda la Comunidad Valenciana (320 en la provincia de Valencia, 62 en la de Castellón y 33 en la de Alicante, precisamente en la provincia donde más afección por la sequía hay es donde menos solicitudes se han presentado) para acogerse a estas ayudas.
Aunque el sector agrario es el más afectado por el problema de la sequía, las consecuencias económicas se extienden de alguna forma al conjunto de la población. De hecho, el presidente de la Confederación Española de Consumidores y Usuarios (Cecu), Fernando Móner, advierte de que la reducción de cosechas de productos autóctonos se traduce en un encarecimiento de los precios.
Consumo doméstico
Respecto a la factura del agua, a pesar de que la normativa vigente blinda el suministro urbano (el Ayuntamiento de Valencia ha reclamado triplicar la reserva hídrica para la ciudad pero no ha resultado necesario), Móner advierte de que «se trata de un producto caro que con las restricciones anunciadas se encarecerá todavía más».
Al respecto, la asociación FACUA-Consumidores en Acción ha detectado diferencias de hasta el 338,7 por ciento en las tarifas domiciliarias de agua en veintiocho ciudades. En el caso de la Comunidad Valenciana, el precio más caro se paga en la ciudad de Alicante, con una media de 21,47 euros al mes. El recibo del agua en la capital de la Costa Blanca se incrementó un 5,5 por ciento en el último año. En Castellón, donde el precio medio se sitúa en 13,61 euros, el agua se ha encarecido un 6,8%. En Valencia, donde se pagan 16,4 euros mensuales, el recibo subió un 5,1%.
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